Las dichosas llamadas a revisión de los fabricantes se han convertido en algo normal en la actualidad. Los fabricantes las hacen por iniciativa propia o bajo presión de organismos como la NHTSA (National Highway Traffic Safety Association). Normalmente, afecta a numerosas unidades de un mismo modelo. La última llamada a revisión hecha por Suzuki afecta a un único coche vendido en Japón.
Esta llamada a revisión de Suzuki afecta a un único roadster Capuccino, fabricado en 1996. ¿Y qué ha podido fallar? La respuesta es tan sorprendente como la llamada a revisión. Se han olvidado de grabar el tipo de motor (es un K6A) en el bloque del propulsor.
Así es, Suzuki emitió una llamada a revisión de lo más oficial, vía el ministerio nipón del Territorio, Infraestructuras y Transporte el pasado 6 de febrero, porque el propulsor que equipa ese Suzuki Capuccino carece de la mención “K6A” grabada en la porte posterior del bloque motor. En un caso así, es muy probable que más de un fabricante se hubiese limitado a grabar el motor ya existente. Eso si es que se hubiese molestado en efectuar la llamada a revisión. En Suzuki, sin embargo, prefieren cambiar ese motor por uno nuevo (es el mismo que equipa algunas versiones del Kimny y del Caterham 7).
El Suzuki Capuccino en cuestión lleva el número de serie EA21R-102188. Cómo han llegado detectar ese fallo 20 años después es algo que se nos escapa. Lo más gracioso es que el Capuccino afectado podría ya no estar en circulación o fuera de Japón. Y es que la fiscalidad y la ITV local están pensados para favorecer la compra de un coche nuevo. Un coche con 20 años en Japón suele tener dos destinos: para la mayoría es el desguace, y solo unos pocos se salvan gracias a la exportación.
¿Por qué Suzuki ha iniciado esta llamada a revisión? No sabemos si es por la legendaria profesionalidad de los japoneses o es un simple truco de mercadotecnia para que hablemos todos del Suzuki Capuccino y de lo rigurosos que son en Suzuki.
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