Hacía tiempo que no hablábamos de Alpina, uno de los preparadores más conocidos y de renombre de BMW. Su nueva pieza de deseo es el Alpina B5 Bi Turbo, presentado en el pasado Goodwood Festival of Speed y que se ha convertido por méritos propios en el eslabón perdido entre los Serie 5 más prestacionales y el próximo BMW M5.
Con apenas unos toques estéticos en el exterior consiguen transformar una elegante y señorial berlina en un lobo con piel de cordero. Para cualquier no entendido en la materia podría pasar perfectamente por el coche del padre del vecino, pero bajo su capó hay algo más que le hace ser un deportivo con todas las letras en mayúsculas.
Está basado en el BMW 550i y monta el mismo motor V8 4.4, sólo que esta vez con un sistema biturbo que le hace aumentar su potencia hasta los 507 CV con un asombroso par motor de 700 Nm a 3.000 rpm. Sus prestaciones, lógicamente, mejoran las del modelo base. 4,7 segundos en el 0 a 100 km/h y 307 km/h de velocidad máxima.
Como están ahora las cosas, un aumento de potencia tiene que ir ligado a un descenso en los consumos medios, por muy ilógico que parezca. En Alpina han conseguido la meta de rebajar algo más de un litro a los 100 km pese a los más de 100 CV extras que ahora entrega ese motor. Frente a los 10,4 l/100 km que homologa el BMW 550i, el Alpina B5 Bi Turbo homologa unos envidiables 8,98 l/100 km.
Por contra, las emisiones suben algo. La marca se queda en 252 g/km frente a los 243 g/km de CO₂ que emite el BMW 550i. Esto, por supuesto, en conducción normal, puesto que si queremos dar rienda suelta a esos 507 CV, la cosa va a cambiar irremediablemente, no nos hagamos ilusiones.
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