El próximo año la gama eléctrica de Volkswagen tendrá un nuevo integrante con la llegada del Volkswagen ID.7. Este modelo supondrá la vuelta de la marca alemana a un segmento, el de las berlinas, que había abandonado tras la anunciada desaparición del Passat. Hemos estado con él y te contamos las principales novedades e impresiones con este modelo.
El Volkswagen ID.7 es un coche importante para la división de coche eléctrico de Volkswagen. Tras el limitado éxito de modelos como el ID.3 o el poco desarrollo de los ID.4 e ID.5, y teniendo a la ID.BUZZ como modelo de imagen, el ID.7 debería ser un modelo de éxito por diferentes razones.
Por un lado porque supone el regreso de Volkswagen al segmento de las berlinas que había abandonado tras la discontinuidad del Passat berlina y del Arteon. El ID.7 será por el momento la única berlina de Volkswagen a la venta en Europa, y por tanto no tendrá que compararse con modelos de combustión.
Por otra parte, este coche supone en algunos aspectos una apuesta menos arriesgada, más conservadora por el hecho de enmarcarse en este segmento donde Volkswagen tiene dilatada experiencia.
Una berlina muy grande
El ID.7 es una berlina de formas podríamos decir convencionales, que se va hasta los 4,96 metros de largo. Tiene voladizos muy cortos y las ruedas, gracias a su arquitectura eléctrica, van situadas muy en los extremos del coche.
La batalla es uno de los registros más destacados, con 2,96 metros entre eje y eje, lo cual se traduce en un habitáculo muy amplio con capacidad para cinco pasajeros.
Pese a sus grandes dimensiones, el ID.7 es un coche con un trabajo muy elaborado en cuanto a aerodinámica, donde consigue un coeficiente de 0,23. El ancho frontal, su gigantesco capó delantero y las luces LED crean un conjunto muy armonioso, en el que las entradas de aire laterales crean un un flujo que favorece la aerodinámica en los pasos de rueda.
En materia de diseño, los elementos más destacados son el pilar C que simula un coupé y el techo, que junto con los pilares que lo sustentan van siempre pintados en color negro brillante, con las molduras del marco en acabado aluminio.
En la zaga, las líneas horizontales le dotan de una anchura muy considerable, con una barra transversal de luces LED que lo recorre de lado a lado. La zona central de esa línea LED es blanca y solo cambia a color rojo cuando se activan las luces.
Por lo demás, una parte inferior del paragolpes en color negro brillante y el difusor integrado acaban de dar forma a este coche que, visto en persona, se identifica como un Volkswagen, aporta cierto punto de evolución respecto a otras berlinas del pasado y supone un salto adelante en muchos aspectos.
Luces y sombras en el interior
La marca alemana parece haber aprendido la lección de los ID.3 iniciales, los ID.4, ID.5 e ID.BUZZ, cuyos interiores decepcionan en cuanto a materiales, ajustes y acabados, y en el ID.7 no se repite el error. Encontramos en este un espacio interior amplio donde prima la calidad.
Destacan las líneas rectas y horizontales que el dan forma, creando un conjunto muy acogedor. Las salidas de aireación con ese diseño plano y horizontal también ayudan en este sentido, y se integran bien con otros elementos como la pantalla central de 15 pulgadas.
Esta sigue integrando mandos de climatización, pero mejora ostensiblemente al incorporar retro iluminación en las barras que permiten subir o bajar la temperatura de conductor y acompañante con solo acariciar su superficie.
El ID.7 es el primer Volkswagen que incorpora de serie un Head-up-Display con realidad aumentada, algo que entendemos necesario viendo lo pequeña que es la pantalla ID.Display situada detrás del volante, en la que únicamente tendremos la información básica del vehículo a la que obliga la ley, como la velocidad a la que circulamos.
La información necesaria mientras conducimos, va en el parabrisas delantero, es dinámica y muy completa con un área de proyección muy amplia que destaca frente a lo que ofrecía hasta ahora la marca.
Como elemento de mejora, sigue equipando los mandos incompletos para abrir y cerrar las ventanillas delanteras y traseras. ¿A qué nos referimos con incompletos? Pues a que utiliza la misma solución que conocimos en los ID.3, ID.4 e ID.5, que obliga a pulsar un mando táctil para activar el funcionamiento de las ventanillas traseras. Todo por ahorrar dos botones.
Más allá de esto, podemos apreciar un notable salto de calidad general del interior, que en este caso sí está a la altura de las expectativas en un modelo que supera ligeramente los 60.000 euros de precio base.
El techo es panorámico con cristal inteligente, lo cual quiere decir que no tiene cortinilla pero sí un sistema que varía el nivel de opacidad del cristal para evitar así que entre demasiada luz o haga demasiado calor en el interior.
Se puede variar la opacidad desde un mando táctil o mediante un comando de voz y funciona de forma muy fluida.
Los asientos son dignos de mención, ya que en las versiones más equipadas tanto el del conductor como el del acompañante cuentan con asientos con ajustes eléctricos en 14 posiciones (se llaman asientos ErgoActive) e incluyen Climatronic adaptativo. ¿Qué quiere decir esto? Pues por ejemplo que en un día frío se activará por defecto la calefacción del asiento y en un día caluroso activará la aireación de los mismos.
Además, pueden seleccionarse tres modos especiales: calefacción máxima, ventilación máxima o secado máximo. En opción estos asientos que buscan ofrecer el nivel máximo de confort a sus ocupantes, también pueden contar con masaje. Los asientos ergoComfort tienen diez cojines de aire en el respaldo que proporcionan masaje con puntos de presión. A la vista y al tacto, se nota que están muy trabajados y que han sido foco de atención.
Volkswagen ofrecerá un sistema de sonido opcional de 700 vatios de Harman Kardon para el ID.7. En este caso, el ID.7 está equipado con 14 altavoces de gama alta, incluido un altavoz central en la parte delantera y un subwoofer en el maletero.
Poder viajar con menos paradas
El Volkswagen ID.7 se construye como sus hermanos sobre la plataforma MEB, especialmente creada para estos coches eléctricos. Llega con dos versiones, la Pro y la Pro S (más adelante habrá una GTX más deportiva) y con dos niveles de batería. Comencemos por la mecánica.
El motor eléctrico síncrono de imán permanente desarrolla 286 CV y es el más avanzado que ha montado hasta la fecha un ID de Volkswagen. Los imanes más fuertes y térmicamente más resistentes, así como el disipador de calor por agua del motor de propulsión eléctrica para el exterior del estátor y una nueva refrigeración combinada por aceite y agua ayudan a que sea más eficiente.
En cuanto a baterías, el Pro tiene una batería de 77 kWh y tiene una capacidad de carga CC de 170 kW. El ID.7 Pro S tiene una batería de 86 kWh con una capacidad de carga CC de 200 kW.
Las baterías se pueden pre-acondicionar para que esté a temperatura óptima cuando hay que cargarlo y reducir así los tiempos de parada. La marca ha declarado autonomías de 615 km para el Pro y 700 km para el Pro S, lo cual quiere decir que los consumos homologados deberían rondar los 12 kWh/100 km, considerablemente menos que cualquier ID hasta la fecha.
Esto, según los responsables de la marca, permitiría hacer viajes nacionales con muchas más garantías de las que tenemos hoy en día, haciendo por ejemplo el trayecto entre Madrid y Barcelona con una sola parada si queremos llegar con garantías.
Precios del Volkswagen ID.7
El precio del Volkswagen ID.7 Pro es de 61.970 euros, y tienen previsto hacer las primeras entregas en febrero del próximo año. Desconocemos todavía el precio que tendrá el ID.7 Pro S, que llegará en el segundo semestre de 2024.
Se posiciona así por encima de un BMW i4 eDrive35 de idéntica potencia, un coche algo más pequeño que cuesta 57.350 euros, o lo que es lo mismo, 4.620 euros menos.