Desde que con la tierna edad de tres años mis padres tuvieran que sacarme a rastras tras finalizar la proyección de El libro de la selva de Disney, el cine ha sido una pasión que ha consumido miles de horas. Unas horas de visionado a las que, en su momento, decidí añadir las que me han llevado a escribir en muchos y muy diferentes medios desde hace tres lustros, ya en tinta impresa (El Correo de Andalucía o las revistas Rosebud o Filmmusic magacine) ya en BlogdeCine.