Ya en 2021 Volvo hizo oficial el fin de la producción de vehículos equipados con motor de combustión para 2030, y acaba de dar un paso más. La firma propiedad de Geely ha anunciado que a principios de 2024 acabará con la producción de todos los modelos diésel.
Dentro de unos meses, se habrá construido el último Volvo con motor diésel.
En noviembre de 2022 Volvo se deshizo de su participación en Aurobay, la empresa conjunta con Geely que albergaba sus activos restantes de motores de combustión. "Ya no destinamos ni una sola corona de nuestro presupuesto de I+D al desarrollo de nuevos motores de combustión interna", ha dicho la marca en un comunicado.
Se trata de un movimiento audaz, puesto que hace tan solo cuatro años el motor diésel era la estrella de la casa en Europa: "La mayoría de los automóviles que vendimos en el continente en 2019 estaban propulsados por un motor diésel, mientras que los modelos electrificados apenas comenzaban a dejar su huella", explica Volvo.
Ya por entonces Volvo preparaba la que sería la última generación de motores diésel, con Volvo S60 como y el primer modelo en prescindir de motores de gasóleo.
Y si bien la mayoría de los automóviles que Volvo vendió en Europa eran diésel en 2019, en 2022 representaron solo el 8,9 % de las ventas.
Ahora la mayoría de las ventas de Volvo en Europa proceden de coches electrificados, con sistema de propulsión totalmente eléctrico o híbrido enchufable. Pero el cambio hacia la electromovilidad ha sido intenso y obligatorio además para toda la industria.
Honda por ejemplo no vende en Europa modelos que no estén electrificados desde hace un año, y en España el único gasolina que se vende -y no está claro si llegará- es el Honda Civic Type R. El último CR-V sin etiqueta ECO dejó de venderse en España en 2021: era el 1.5 de 193 CV.
Mientras tanto, corren rumores de que Reino Unido estaría pensando en retrasar la prohibición de vender vehículos de combustión hasta 2035; cinco años después de lo que planeaban y en línea con Bruselas.