Después de un buen 2018 en cuanto a ventas e ingresos, el Grupo Volkswagen afirma estar preparado para lanzar su ofensiva de coches eléctricos. Planea así lanzar "casi 70 modelos completamente eléctricos para 2028", que representan 22 millones de vehículos impulsados por baterías.
Por otro lado, se ha anunciado que la transformación digital de los procesos administrativos rutinarios y el desarrollo de motores eléctricos darán como resultado la pérdida de entre 5.000 y 7.000 empleos para 2023, lo que le ha valido al Grupo una caída en Bolsa del 1,06 %.
Emisiones, electrificación y recortes: las tres patas de la mesa del plan
El consejero delegado de la compañía, Herbert Diess, ha presentado ante la prensa los resultados correspondientes a 2018, que han arrojado un beneficio neto de 11.827 millones de euros; un incremento del 5,8 % respecto a 2017.
Pero a pesar del balance en positivo, el Dieselgate sigue pasando factura al fabricante alemán y ha tenido que desembolsar 3.200 millones de euros. "Los objetivos del Acuerdo de París son nuestro principal criterio", ha dicho Diess.
De hecho, Volkswagen planea reducir las emisiones promedio de CO₂ de sus nuevos vehículos en un 30 % para 2025 y en un 40 % para 2030, en comparación con los niveles de 2015, año en el que estalló el escándalo.
En cuanto a los planes de electrificación, el grupo ha confirmado que lanzará hasta 70 modelos eléctricos para el año 2028, 20 modelos más de lo previsto inicialmente. El consorcio ha ampliado así la previsión de producción de coches eléctricos de 15 a 22 millones en todas sus marcas para la próxima década.
Para impulsar su ofensiva eléctrica, la multinacional alemana ha abierto a terceros la producción de su plataforma modular eléctrica MEB y ha contratado a los gigantes LG Chem, SKI, CATL y Samsung como proveedores de celdas de batería.
El primero de los vehículos eléctricos de nueva generación que entrará en producción este año será el Audi e-tron seguido por el Porsche Taycan. "Las reservas para cada uno de estos modelos ya suman 20.000 unidades", asegura Volkswagen.
Prevé así invertir 44.000 millones de euros en electromovilidad, nuevos servicios de movilidad y en conducción autónoma. Una ofensiva que impactará directamente en el empleo, tal y como ha confirmado Diess:
"La realidad es que fabricar un automóvil eléctrico implica un 30 % menos de recursos que un motor de combustión interna. Eso significa que tendremos que hacer recortes de empleos".
Y es que para llevar a cabo su plan de electrificación, necesitan recortar en gastos: "Las medidas del programa de mejora de ganancias permitirán a nuestra marca alcanzar un nivel de rendimiento competitivo del 6 % en 2022". La cara B de este plan es reducir gastos de personal en un 15 %.
La compañía estima que la automatización de las tareas rutinarias dará como resultado la pérdida de entre 5.000 y 7.000 empleos para 2023, pero asegura que se crearán 2.000 empleos nuevos en áreas de arquitectura electrónica y software. "Con respecto a todas las medidas, Volkswagen ha otorgado a sus empleados una garantía de seguridad laboral hasta al menos 2025", ha comunicado el consorcio.
En cuanto al esperado compacto 100 % eléctrico, el I.D, Volkswagen ha asegurado que a partir del 8 de mayo se podrá reservar, antes de que sea presentado en septiembre. "Creo que es posible que la edición de lanzamiento ya se haya agotado antes de que revelemos en modelo en septiembre", ha dicho Jürgen Stackmann, miembro de la junta de Ventas.
