Volkswagen reinventa para el Salón de Ginebra uno de sus vehículos más exitosos y conocidos: el Volkswagen Bulli, que en los años 50 representó toda una revolución en el mundo del automóvil. De hecho es considerado por mucho el primer monovolumen.
El nieto del Volkswagen Bulli hereda el nombre y una estética que le conecta con su antecesor (aunque siguiendo las líneas actuales de la marca), aunque los faros LED frontales y traseros empleados en este prototipo cambian completamente su aspecto exterior.
Por dentro, la historia se repite. Los guiños al pasado están presentes en los pedales, el volante y la tapicería, aunque hay un detalle que caracteriza a este modelo, y que sería impensable en la época en la que el Volkswagen Bulli fue diseñado: el salpicadero integra un iPad.
Desde este dispositivo podemos controlar el sistema de entretenimiento a bordo, además del dispositivo de manos libres Bluetooth o el sistema de navegación. Otro aspecto reseñable en el interior es la habitabilidad: los asientos pueden ser completamente abatidos para conseguir una superficie de descanso, detalle muy particular que comparte con la original.
Otros de los rasgos característicos de este vehículo de 3,99 metros de longitud, 1,75 metros de ancho y 1,70 metros de altura, es que es completamente eléctrico. Tiene un motor eléctrico de 115 CV y 270 Nm, que le permite alcanzar los 100 kilómetros por hora en 11,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 140 kilómetros por hora.
El motor se alimenta a través de una batería de litio-ión con una capacidad máxima de 40 kWh, que proporciona hasta 300 kilómetros de autonomía con sólo una carga. No obstante, Volkswagen no se cierra puertas con este vehículo eléctrico, y ya adelanta que estarían disponibles motores diesel y gasolina 1.0 y 1.4.
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