
Abandonado durante meses en el aparcamiento de corta estancia del aeropuerto de Berlín (Alemania), un Volkswagen Golf ha generado un ticket de aparcamiento de más de 200.000 euros. Y la suma sigue subiendo. Sin embargo, el propietario del Golf sigue sin aparecer.
Este Volkswagen Golf V, aparcado en el parking de corta estancia, lleva meses sin moverse. El parking de corta estancia está pensado para simplemente dejar a la gente y marcharse, es cuestión de minutos. Se puede dejar el coche más tiempo, por supuesto, pero sale caro. Hasta 552 euros por día. Y este Golf lleva ya más de un año aparcado.
Abandonar un coche en el parking de corta estancia ¿para huir del país?
El objetivo de aplicar una tarifa tan elevada en ese aparcamiento es que haya movimiento y nadie deje el coche durante varias horas. Aparcar, abrir las puertas, dejar a los pasajeros, desearles buen viaje y marcharse: éste es el uso normal de este parking de muy corta estancia del aeropuerto de Berlín. Pero este Volkswagen Golf IV está batiendo todos los récords. Lleva más de un año aparcado. Y a razón de una tarifa de 552 euros al día, la factura supera ya los 200.000 euros.
“El reembolso de los gastos de aparcamiento depende de dos condiciones: poder identificar a la persona y asegurarse de que tiene medios para pagar”, explica un portavoz del gestor de aparcamientos APCOA.
200.000 Euro Parkgebühr: Welches Geheimnis birgt dieses herrenlose Auto am Berliner Flughafen?https://t.co/0KlY1akq9D
— Berliner Zeitung (@berlinerzeitung) January 24, 2025
Tras más de un año, el Golf formaba ya parte del paisaje del aeropuerto. Las autoridades del aeropuerto decidieron entonces trasladar el coche del aparcamiento de corta estancia a otro espacio dentro del aeropuerto, según informó el martes 29 de enero un portavoz del operador del aparcamiento, APCOA.
A pesar de su aparente buen estado, el Golf parece haber sido abandonado a toda prisa, con el habitáculo lleno de restos de comida rápida en envases de cartón y una botella de agua casi vacía. El conductor incluso se dejó un cable de carga de teléfono aún enchufado, informa el Berliner Zeitung, que investigó el primero el caso de este coche.
¿Por qué alguien dejaría un coche en perfecto estado en el aparcamiento de corta estancia, el más cercano a la entrada del aeropuerto y de los mostradores, durante más de un año? Lo lógico sería pensar que el Volkswagen haya sido robado y utilizado como coche de huida, incluso doblando las matrículas por la de otro vehículo.
“Podemos decir que ni el coche ni la matrícula han sido denunciados como robados”, dijo un portavoz de la policía, añadiendo que el Volkswagen había sido dado de baja y la matrícula reasignada a otro vehículo.
Curiosamente, el número VIN del coche, bien visible en el parabrisas, podría dar una pista sobre la identidad del propietario. Pero sigue siendo un misterio si alguien se ha molestado en comprobarlo.
Las especulaciones se vuelven más locas y se quedan en que el conductor ha huido de Alemania a toda prisa, que ha fallecido o que incluso pudo ser abducido. También puede ser el caso de una persona que simplemente quiso desaparecer, como quien sale a por tabaco, no vuelve y reaparece 10 años más tarde en otro país y continente. A estas alturas, parece que nunca se resolverá el misterio de este coche. Llegará un momento en que se tendrán que deshacer del coche.
Fotos | Volkswagen, Google Maps