El Grupo Volkswagen ha informado a través de un comunicado de prensa que desde agosto de 2017 se han sustituido en Alemania más de 300.000 coches diésel antiguos -con la normativa Euro 1 a Euro 5- por otros modelos nuevos o seminuevos con el estándar de emisiones Euro 6.
Este programa de incentivos forma parte del plan de Alemania para retirar de las circulación los coches más contaminantes. Mientras tanto la SEC, el supervisor de los mercados de Estados Unidos, ha demandado a Volkswagen por haber engañado a inversores en el marco del escándalo Dieselgate.
Los vehículos seminuevos, en auge
Los incentivos a la sustitución de vehículos de las marcas del Grupo alemán (Volkswagen, Audi, Seat, Skoda y Volkswagen Vehículos Comerciales) se otorgan en toda Alemania, e incluye también coches usados de otros fabricantes que cuenten con el estándar de emisiones Euro 4 o Euro 5. El monto del incentivo depende del modelo seleccionado.
Los incentivos medioambientales, por su parte, se aplican en toda Alemania si se da de baja un vehículo diésel Euro 1 a Euro 4 de cualquier fabricante.
Según el responsable de ventas del consorcio, Christian Dahlheim, sus clientes se están decantando más por vehículos usados, por lo que la compañía ha extendido los incentivos en las marcas Audi y Volkswagen. Según lo previsto, las subvenciones para coches nuevos finalizarán el 30 de abril.
A raíz de la Cumbre del Diésel, el Gobierno alemán puso en marcha un plan que contempla incentivos (no gubernamentales) para la compra de coches nuevos y opciones de actualizaciones de hardware.
Marcas como Volkswagen, Daimler, BMW o Renault ofrecieron entonces incentivos para renovar los vehículos antiguos, mientras que Opel y PSA se mostraron en contra de que la industria tenga que pagar las actualizaciones de software.
2019 y el Dieselgate sigue echando brotes
La misma SEC que apartó al CEO de Tesla, Elon Musk, de su cargo, está ahora detrás del Grupo VAG. La Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos acusa a Volkswagen y a su ex consejero delegado, Martin Winterkorn, de engañar a los inversores en el contexto del Dieselgate.
Concretamente, les acusa de haber vendido 11.500 millones de euros en concepto de títulos entre 2014 y 2015, cuando ya sabía que sus vehículos incumplían los límites de emisiones de óxidos de nitrógeno.
"Repetidamente mintió y desorientó a los inversores, consumidores y reguladores, como parte de una trama para vender coches con tecnología diésel supuestamente limpia y miles de millones de dólares en bonos y otros activos", ha asegurado el regulador bursátil.
A pesar de los buenos resultados económicos que está experimentando el consorcio en los últimos ejercicios, el escándalo que se destapó en 2015 y bautizado como Dieselgate sigue asomando la cabeza.
El grupo alemán ha reconocido haber hecho frente a un impacto de 29.000 millones de euros entre 2015 y 2018 por el trucaje del software que alteraba en banco de pruebas las emisiones de algunos vehículos diésel de la corporación. El impacto económico proviene de las multas impuestas a Volkswagen y Audi por la Fiscalía Braunschweig y Múnich, respectivamente.
Según detallaba Europa Press hace unos días, el 80 % de los vehículos afectados en España, un total de 700 coches, ya ha sido reparado.