Los secretos del brutal Bugatti Chiron, al descubierto en cinco vídeos narrados por Andy Wallace, piloto de pruebas legendario

Los secretos del brutal Bugatti Chiron, al descubierto en cinco vídeos narrados por Andy Wallace, piloto de pruebas legendario
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El Bugatti Chiron es una máquina tan espectacular como cara. Con un precio de 2,4 millones de euros antes de impuestos hay muy, muy pocos afortunados capaces de ponerse al volante de uno de estos supercoches.

Ahora bien, si te llamas Andy Wallace no sólo no tienes que pagar por conducirlo, sino que te pagan a ti por ser uno de los mejores pilotos del planeta para poner a prueba al Chiron. Además de conocer todos sus secretos y quién mejor que él para contarnos algunos de ellos.

Los 1.500 CV, la llave Top Speed y la puerta a los 420 km/h

Bugatti Chiron Andy Wallace 1

Casi sobran las presentaciones ante nombres como Andy Wallace. El piloto británico es piloto oficial de Bugatti y posiblemente el hombre que más tiempo haya pasado subido a los supercoches de Molsheim con más de 150.000 km a sus espaldas en los últimos años. Pero no sólo es un reputado piloto de pruebas.

Antes de llevar al máximo a algunos de los coches de calle más rápidos y exagerados del mundo, Wallace acumuló más de 30 años de experiencia como piloto profesional, con 21 participaciones tanto en las 24 Horas de Le Mans como en las 24 Horas de Daytona, ganando en una ocasión en la primera competición y en tres en la segunda. Por si fuera poco también fue piloto de pruebas del McLaren F1 y del Jaguar XJ220.

Bugatti Chiron Andy Wallace 3

Las manos de Wallace fueron las encargadas el año pasado de cosechar el soberbio récord de rodar a 490,484 km/h a bordo de un Bugatti Chiron Super Sport 300+ especialmente adaptado para convertirse en el coche más rápido del mundo, además de darle a la marca el galardón de ser la primera en superar las 300 mph (482,80 km/h).

Ahora, la marca ha rendido un particular homenaje a Andy Wallace en forma de un pequeño documental. 'How to ... Chiron' nos cuenta en cinco entregas la labor de Wallace detrás del volante del Chiron, siendo el hombre encargado de asombrar tanto a clientes como a fanáticos del motor con el potencial del superdeportivo francés.

Bugatti Chiron Andy Wallace 5

"Todo en este coche es extremo", asevera Wallace en una de sus primeras explicaciones. No sólo el motor debe ser asombroso para crear uno de los pocos coches de serie capaces de sobrepasar los 400 km/h: frenos, aerodinámica, neumáticos, el chasis... todo debe ser capaz de soportar el uso extremo que puede desarrollar el Chiron.

No son cuestiones menores, pues la mecánica del Bugatti Chiron es tan única como desorbitada. El motor de W16 cubica 8 litros de cilindrada y gracias al soplado de cuatro turbos es capaz de desarrollar 1.500 CV y 1.600 Nm de par motor repartidos a las cuatro ruedas. Cifras sobresalientes.

El problema de usar cuatro turbos de un tamaño bastante grande es que tienen cierta pereza, así que Bugatti desarrolló un sistema de dos etapas en el que a bajas revoluciones dos de los turbos permanecen apagados. Sólo funcionan dos por lo tanto y cuando llegan a su capacidad máxima de soplado y el motor necesita más potencia, recurre a la otra pareja de turbocompresores. 1.000 litros de aire por segundo fluyen hacia el motor a máximo rendimiento.

Otro de los secretos físicos que explica Wallace es cómo afecta el giro de las ruedas a máxima velocidad. A 420 km/h las ruedas giran tan rápido que el tapón de la válvula de aire cuyo peso es de 1,5 gramos se multiplica hasta pesar 7,5 kg debido a la fuerza centrífuga.

El interior del Chiron también es una obra de ingeniería y arte a partes iguales. El habitáculo es puro lujo que dista bastante de ser el de un coche convencional. Los materiales nobles inundan el interior y para mayor limpieza se prescinde de la pantalla central en favor de un cuadro de mandos con dos pantallas digitales a los lados de un majestuoso y sobrio velocímetro analógico.

En el volante se encuentran dos mandos, uno de ellos selecciona los modos de conducción, porque no siempre necesitas 1.500 CV. Según Wallace, el Chiron es capaz de comportarse como un coche absolutamente normal en la vida diaria, confortable, sin vibraciones y hasta espacioso para tratarse de un deportivo de su magnitud.

Hay tres modos normales aparte del modo "top speed". El modo EB es el modo estándar, con el que rodar de forma automática entre 0 y 180 km/h. Cuando se alcanza esta velocidad, el Chiron automáticamente pasa a modo Autobahn con el que la carrocería se aproxima al suelo, suspensión y dirección se vuelven más precisas y el alerón trasero se posiciona en un ángulo de 10º, todo para bajar el centro de gravedad y aumentar la estabilidad.

"La gente dice que podríamos haber hecho un coche más rápido o más potente. De acuerdo, pero la dificultad sería hacer un coche de producción así que sea increíblemente fácil de conducir".

Por último se encuentra el modo Handling, un modo que permite al Chiron comportarse "como un hoolingan" según el propio Wallace, mejorando la capacidad de giro del coche y dejando que incluso sea capaz de abrasar sus neumáticos en curva.

Otro de los puntos fuertes del Chiron es su desorbitada capacidad de aceleración. Su mecánica está tan concebida para la velocidad que incluso en la parte inferior del volante cuenta con un botón especialmente dedicado al launch control, con las siglas LC. Listo para servir: 0-100 km/h en 2,5 segundos, hasta 200 km/h en 6,5 segundos y a 300 en 13,6 segundos. Brutal.

Pero el mejor de los secretos es la descomunal velocidad máxima de esta máquina. Es tan rápido que para liberarlo hay que utilizar una llave especial que se coloca en el umbral de la puerta del conductor. Con ella la velocidad máxima pasa de 380 km/h a 420 km/h. Por si no fuera suficiente con 380 km/h.

Al activarla el Chiron entra en modo Top Speed y ejecuta un chequeo específico para asegurarse de que todo está en orden. Lo siguiente es simplemente pisar el acelerador y llegar más allá de lo que la mayoría de los coches del planeta podrían imaginar: 420 km/h con total facilidad.

En definitiva: el Bugatti Chiron es un coche soberbio al que muchos podremos sólo contemplar en estos vídeos, pero si es con las explicaciones de alguien tan reputado como Andy Wallace, bienvenidos sean.

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