Érase una vez una señorita que no podía sacar su Fiat Punto del lugar donde lo había dejado aparcado, ya que el brujo malo del Oeste había dejado su Opel Astra en doble fila. Ante su desesperación, el apuesto albañil de la obra de al lado decidió utilizar el montacargas para apartar el Astra y que la chica pudiese salir…
No me digáis que no es de fábula. Los vídeos los ha grabado nuestro compañero Txema Marín desde el balcón de su casa. Él los denomina Gorrillas 2.0, haciendo alusión a la evolución tecnológica de esos simpáticos trabajadores de la calle que te ayudan a aparcar el coche y velan por su seguridad.
El tema de coger un coche con un montacargas en medio de la calle es, además de ilegal, un tanto peligroso tanto para la gente que pueda pasar por al lado como para los coches. De hecho, jugar con un montacargas aunque esté vacío por una carretera transitada no es muy buena idea. Si por encima el coche no era de los obreros, entonces la cosa no tiene nombre.
Ahora bien, yo ya lo he dicho. Quien deja el coche mal aparcado, que se atenga a las consecuencias.
Vía | A la sombra de mi sombra
En Motorpasión | Historias sobre el apasionante mundo de los aparcamientos