Ya sea en Mallorca, el sur de Francia o en Estados Unidos, los últimos fuertes temporales han dejado un rastro de destrucción e inundaciones a su paso. En ocasiones, las lluvias torrenciales se llevan los puentes y las carreteras que permiten a pequeñas localidades estar conectadas con el resto del mundo.
Ha sido el caso recientemente en una pequeña localidad del noreste de Tennessee, donde el paso del huracán Helene, dejó inutilizables o cortadas varias carreteras cruciales en la sierra de los Apalaches por deslizamientos de tierra o por que el agua se llevó por delante los puentes. Pero los habitantes y voluntarios de la zona han ideado una solución genial para uno de los muchos puentes derribados: construir uno nuevo con semirremolques.
Una idea vieja como el mundo, pero muy eficaz
Los antiguos romanos construían puentes de fortuna usando barcazas sobre los que se tiraban las pasarelas para que las legiones pudiesen cruzar un río. En la edad media se siguió usando ese método durante siglos incluso para puentes permanentes, como en España con el Pont de Barques de Tortosa. En Tennessee, no han usado barcazas, sino tres semirremolques en el río como pilares para luego poner encima la que parecen las plataformas de otros semirremolques constituyendo así un puente de fortuna.
Aaron Rigsby, cazador de tormentas, grabó con un dron la infraestructura provisional y la publicó en su canal de YouTube. En el vídeo se ven los tres remolques de plataforma colocados en paralelo al arroyo. Y aunque probablemente no sería prudente cruzar con un camión cargado, parece bastante estable para que los coches y pickups puedan cruzarlo.
No explica cómo lo han construido, pero es probable que esos remolques hayan sido puesto con una grúa, al igual que las rocas que las mantienen en su sitio. En cualquier caso, es una de las soluciones más ingeniosas que se han visto recientemente.
Esta obra de ingeniería de supervivencia se encuentra cerca de la zona de Poga, en Tennessee, justo al oeste de Carolina del Norte. Como tantos otros ejemplos de zonas devastadas por las tormentas, es una zona rural y remota, explican desde The Drive.
Aunque las carreteras de este tipo de zonas no suelen ser las más anchas ni las más nuevas, son fundamentales para sus habitantes. A menudo, esa pobre carretera es lo que les permite no estar aislados del todo, poder ir a trabajar o sencillamente hacer la compra.
Y cuando sólo hay una forma de entrar y salir de un pueblo, se hace todo lo posible por mantener esa vía abierta. Eso es lo que hace esta gente, sin esperar a que el gobierno local o federal les reconstruya un puente.