La relación que tienen en Japón con el automóvil, no la tienen en ningún otro país. Es una nación en la que todos los estilos tienen cabida. Lo mismo el Renault Kangoo tiene su legión de fans como un taller de barrio crea un Toyota Supra de 800 CV porque sí, por no mencionar a los bosozuku. Hay de todo, literalmente.
La última idea loca consiste en convertir el Suzuki Jimny en una bestia de circuito. Y hay tantos que en el campeonato de Time Attack organizado por el mítico circuito de Tsukuba han creado una categoría sólo para ellos.
El concepto no necesita mucha más explicación para que nos interese. La idea de base consiste en convertir un pequeño Suzuki Jimny, uno de los 4x4 más eficaces del mercado, y adaptar su chasis y motor para que sea lo más rápido posible en una vuelta en circuito.
Así, el pequeño 4x4 favorito de los fans de off-road se encuentra en el paddock con bestias pardas del calibre de Mazda RX-7 o Nissan GT-R.
En la celebración del 10º aniversario de Attack Tsukuba, Dino Dalle Carbonare, de Speedhunters, descubrió unos cuantos de estos Jimny. Al parecer, la mayoría son obra de un taller cercano al circuito de Tsukuba y vecino de RWB y sus Porsches ensanchados llamado Rainbow Auto.
Proponen diferentes tipos de paquetes de potenciación y preparación en varias etapas, aunque el pack básico parece consistir en la mejora de la refrigeración a través de un radiador más grande, una toma de aire mejorada, mejores bobinas de encendido, y amortiguadores de cuerpo roscado.
Luego se va subiendo de nivel, sobre todo con el gusanillo de rodar en circuito y se termina por instalar turbos como sandías, intercoolers de toda clase, vías ensanchadas, barras de seguridad y baquets con arneses.
Y aunque no tienen una aerodinámica muy favorable ni han sido pensados para rodar a fuego en circuito, no son precisamente coches lentos. El Jimny rojo del vídeo marcó un tiempo de 1:12.056, siendo el más rápido de los Jimny presentes ese día.
Y es todavía más impresionante cuando se tiene en cuenta que el Suzuki Jimny japonés difiere del Jimny que se vendió en Europa hasta hace poco, aunque sigue estando disponible como versión comercial. Allí, el Jimny es un kei car, una categoría especial de coches.
Estos no pueden exceder 3,40 m de largo por 1,48 m de ancho y 2 m de altura, mientras que su motor no puede superar los 660 cc de cilindrada y los 64 CV de potencia.
El interés de los kei cars radica en el hecho de que son los únicos coches que se pueden matricular en Japón sin necesidad de demostrar que se dispone de un sitio donde aparcar, ya sea una plaza de parking o un hueco en el terreno de casa.
La mayoría de Jimnys que corren en Tsukuba hace mucho que dejaron de ser kei cars. Es más, ni siquiera ya son un Suzuki Jimny Sierra, con su motor 1.5 litros de 102 CV de origen, la versión que sirvió de base para su última comercialización en Europa.
Obviamente, estos Jimny preparados no son los coches más rápidos de la competición y se quedan lejos de los mejores coches capaces de rodar en torno a un minuto o menos en el circuito (el récord con "neumáticos de calle" es de 49 segundos), pero lo importante es superarse y divertirse.
Fotos | Yokohire Rainbow Auto