Nuestro preparador favorito ha vuelto, con más fuerza que nunca, redefiniendo el concepto de tuning de barrio pero adaptándolo a coches de alta gama. Así es Hamann.
Con el Ferrari 612 Scaglietti nos dejó más o menos indiferentes, así que con el Ferrari F430 Black Miracle se ha puesto las pilas para no defraudar a nadie.
Lo tiene todo para ser el amo de las conces. Llantas de 20’’ y pinzas de freno a juego con el alerón, franja longitudinal pintada sobre la carrocería, puertas de tijera y como no, la pegatina en la luna trasera, indispensable para ganar algún premio. Además, l’ha metio el chip que aumenta su potencia en 50 CV. Neng, tio, neng…
Black Miracle, milagro oscuro le llama… Donde lo iba a meter yo si que está oscuro… (como el furgón)
P.D.: No hace falta que os diga que lo de arriba es todo ironía, ¿verdad?
Vía | CarScoop
Fotos | Hamann Motorsport GmbH
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