Si nos ponemos a pensar en vehículos todoterreno seguro que el Mercedes-Benz Clase G está en nuestra lista de favoritos. Eso sí, añadiendo el apellido AMG nos olvidamos un poco de ese aspecto todoterreno y toman mayor importancia la exclusividad, las prestaciones y otras características de las que la versión básica no goza precisamente.
Si a pesar de tener todo un Mercedes-Benz G 63 AMG todavía no somos lo suficientemente exclusivos o el coche no corre tanto como nos gustaría, tenemos otra opción: llevarlo a un preparador como Brabus para que haga de nuestro coche una pieza única, o casi única.
En lo que a estética se refiere los cambios no son muchos, pero sí diferenciadores. Podemos equipar, por ejemplo, gigantescas llantas de 23 pulgadas y nueve radios dobles, nos pueden pintar las pinzas de freno en color amarillo y podemos regular la altura de la carrocería mediante el sistema de suspensión neumática.
Como acostumbra el preparador, el grosso de su preparación se encuentra bajo el capó. El 5.5 litros V8 biturbo ve como aumenta su potencia desde los 544 CV de serie hasta los 620 CV, aumentando también el par motor máximo en 40 Nm, hasta 800 Nm.
Para terminar, Brabus ofrece un sistema de escape específico con válvula accionable incluida, que permite variar la nota del escape en función de nuestras preferencias para cada momento.