Últimamente veo varias cosas en la red relacionadas con el presunto retorno del Toyota Supra, y después de analizarlas, no me parecen de una gran novedad. Antes de nada, volvamos a verano de 2002: el Supra se extingue, después de haber estado en las calles desde 1978.
Primero se trató de un apellido para el Celica, como lo fue Verso en su momento (Yaris Verso, Corolla Verso), luego se convirtió en un modelo independiente en mayo de 1986. La tercera generación del Supra duró del 86 al 92, y del 93 a 2002, la cuarta generación. Se le echa de menos desde entonces, y la rumorología vuelve a hacer ruido.
¿Qué acabó con el Supra? ¡Las normativas de emisiones! Eso potencia las teorías de que la nueva generación será respetuosa con el medio ambiente, y no solo por la mínima (cumpliendo Euro 6 en Europa), sino más allá, utilizando un combinado de motor térmico con uno o dos eléctricos: un híbrido.
Nos remontamos a 2007. Aparece el prototipo FT-HS, que significa Future Toyota Hybrid Sports. Es un 2+2 con propulsión híbrida, combina un motor delantero 3.5 V6 con un motor eléctrico y rinde 400 CV a las ruedas traseras. Por su longitud, 4,325 metros, es un poco corto para ser un futuro Supra.
El Supra de tercera generación medía 4,62 metros de largo, y el modelo que le reemplazó, 4,515 metros. Básicamente fue un recorte de maletero, porque la batalla (distancia entre ejes) no varió más de 46 milímetros entre generaciones. El FT-HS tiene más batalla, pero sus voladizos (cota de rueda a paragolpes) son muy cortitos.
Una de las explicaciones de los largos morros de los Supra viene por el uso de motores de seis cilindros en línea, que son tan largos como un V12, y exigen un capó largo. Como el FT-HS tenía un V6, no necesitaba tanto morro, porque es un motor más compacto. Repasa el árbol generalógico de los deportivos de la marca si te pierdes.
Peter Evans, responsable de producto para Australia, dijo del FT-HS que había que apreciarlo “como un Prius con esteroides” y “alternativamente, puede ser un anticipo para el Toyota Supra en el futuro”. Eso se dijo antes de que reventase la crisis global, que aparcó dicho proyecto por razones más que obvias.
Los rumores sobre su retorno son como el cuento del pastorcillo valiente, que gritaba “¡Que viene el lobo!”, pero nunca venía. En 2008 os contamos que llegaría en 2010. Obviamente no ocurrió tal cosa. Antes se dijo que para 2009. Después que para 2011, luego 2012 y aún esperamos.
Muchos periodistas del motor, y puede que yo también, nos liamos con el tema del FT-86, que acabó materializándose en el Toyota GT 86 que está a punto de comercializarse. La marca ha hecho un titánico esfuerzo de comunicación usando la técnica del goteo. Solo han faltado sacar notas de prensa acerca de cómo serían sus tornillos, han sido muchas y con poca información nueva cada vez.
El GT 86 ya está aquí. ¿Ahora qué?
El GT 86 ideológicamente reemplaza al AE86 de los 80. Es un coupé 2+2 asequible, de propulsión, que pesa poco y que es divertido. No es un GT, eso se le ha puesto en Europa al nombre para que mole más. En Japón, se le llama simplemente 86, es decir, hachi-roku.
Los rumores actuales hablan de un hipotético Supra con 400 CV de potencia a través de un motor central 3.5 V6 para el eje trasero y dos motores eléctricos para el delantero, combinando propulsión híbrida con tracción total permanente. Hay recreaciones que mezclan el GT 86 con el FT-HS y salen cosas realmente raras, y diría que incluso horribles.
Esos rumores vienen reforzados porque existe un prototipo denominado GRMN Sports Hybrid Concept II, hecho a partir de un MR2 (que tampoco se vende) que usa un sistema híbrido similar, solo que da 299 CV. Antes de ese, estuvo el MR2 Sports Hybrid Concept. De hecho, hubo un Supra híbrido, el Supra HR-V, se utilizó en una carrera de resistencia en 2007, y ganó.
Mi pronóstico sobre el nuevo Supra
Lo que vais a leer a continuación es una teoría personal, puedo acertar o puedo equivocarme estrepitosamente, pero no tengo la bola de cristal. El coche que muchos están imaginando como sucesor del Supra no será tal cosa, sino más bien situado por debajo, como el MR2. Sí, me explicaré.
Por ejemplo, Motor Trend apuesta por un deportivo de motor central, y que seguramente no se llamará Supra. Pues no será un sucesor del Supra pues. Si tiene motor central, será más bien un MR2, que siempre ha tenido motor central, pero tuneado por Panoramix. Un Supra tiene el motor delante, y siempre propulsión trasera, desde que se fabricó el primero hasta el último.
Si la marca ha decidido realmente volver a los coches deportivos y emocionalmente significativos (cosa que no hicieron de 2006 a 2012), ¿quién dice que deban ceñirse a solo dos modelos? ¿Por qué no sacar un sucesor del AE86, otro del MR2 y otro del Supra? ¡Tres deportivos!
Una cosa sabemos a ciencia cierta. Comercialmente el nombre Supra expiró en 2006, pero en 2010 fue renovado para Estados Unidos. Hay tres años para sacar al mercado un coche con esa denominación, o se perderá el derecho a usarla: horizonte 2013. El Supra fue un éxito en Estados Unidos, así que sería el mercado más importante para su sucesor. Lógico, ¿verdad?
Eso nos lleva a pensar que TMS, la división norteamericana, debe presentar algo que se llame Supra antes de que acabe 2013. Pocos fans del Supra entenderíamos un cambio tan radical, de un GT con motor delantero, a un coche más corto con motor central. No tiene sentido llamar Supra a un coche así. Que sea híbrido o no, es lo de menos.
La teoría de que sea híbrido cobra fuerza por dos razones: la mejor manera de resucitar a un asesinado por las normativas medioambientales es haciendo lo contrario. Por otro lado, para la marca sería un golpe de efecto de cara a prestigio tecnológico, sacar un híbrido que no solamente ahorra gasolina, además, que emociona y todo.
¿Cuántos híbridos deportivos hay en el mercado? Ninguno. Los Fisker son coches eléctricos con extensores de autonomía, y tanto BMW como Infiniti y Honda lo que tienen son prototipos, no coches de calle. Los prototipos de Le Mans no cuentan. El fabricante que lo ponga en la calle primero habrá conseguido un hito, y eso se va para los libros de la historia del automóvil.
Cada generación del Supra representó para la marca en su día el novamás, la joya de la corona, así que la quinta generación debería ser fiel a esa filosofía. Es también un coche que aportará imagen, por eso creo firmemente que será un híbrido, o al menos tendrá una versión híbrida como poco. De existir, ahora el desarrollo es tan secreto como el paradero de Jimmy Hoffa.
Yo creo que hay dos desarrollos independientes, uno con motor central, y otro que sí se parecerá conceptualmente a un Supra en condiciones, me remito a otro rumor previo. Deberían estar animados a hacerlo, el GT 86 y su homólogo Subaru representan un éxito comercial y empezó a fabricarse en febrero, porque ya tiene listas de espera, muy por encima de la capacidad productiva.
¿Qué creéis vosotros? De momento lo único oficial es… nada. Para mi, todas las piezas encajan.
Vídeo | Youtube
Vía | Carscoop, Motor Trend, GT Spirit
En Motorpasión | El Toyota GT 86 puede tener versión turbo, un hermano menor y otro mayor, ¿alguien dijo Supra?