Si alguno de los sensores proporciona una información incorrecta, así se graba. Por ejemplo, un EDR informó que un pick-up había chocado contra un árbol a más de 280 km/h (lo cual es imposible), o que un pasajero no llevaba abrochado el cinturón en un golpe y efectivamente lo llevaba abrochado.
Esto pone en tela de juicio las conclusiones preliminares de muchos errores humanos en los casos de aceleración incontrolada. La propia Toyota dice que hay que hacer peritajes adicionales e independientes, pues no se pueden fiar al 100% de los EDR. Nuevo bandazo en este culebrón que parece ya “La historia interminable”.
Vía | Autoblog
Fuente | The Washington Post
En Motorpasión | Caso Pedalgate