Sacar del olvido o dar un nuevo significado a modelos míticos se ha convertido ya en una táctica recurrente en la electrificación de las marcas de coches. Y es que cualquier oportunidad puede ser la ideal para arrasar con un producto que cuente entre sus impulsos comerciales con un nombre reconocible y reconocido.
La última de estas oportunidades parece tenerla en su mano la filial de Volkswagen en EEUU. Según recoge Electrek, la marca está pensándose resucitar el Scout, un emblema americano del offroad que regresaría como un todoterreno eléctrico capaz de plantar cara a los Rivian R1T y R1S.
La idea, que podría recibir en breve la aprobación de los ejecutivos de Volkswagen, implicaría el establecimiento de Scout como nueva marca, enfocada a la comercialización de todoterrenos y pick-ups. Así, la firma germana espera mejorar su posición en este segmento tan estratégico para el mercado norteamericano.
Un mito del offroad americano
La International Harvester Company, un fabricante de camiones y maquinaria agrícola, se aventuró en el mundo del todoterreno con el lanzamiento del primer Scout en 1960. Su robustez y su precio asequible fueron sus mejores argumentos, convirtiéndose al instante en la elección preferida como vehículo de trabajo en el campo o la montaña por encima, incluso, de los Jeep de su tiempo.
Posteriormente, entre finales de los sesenta y principios de los setenta el International Scout iría ampliando su gama y su equipamiento. En especial, sus variadas opciones de personalización le permitieron desarrollar una nueva faceta como vehículo recreacional, la cual se considera preámbulo de la actual filosofía SUV.
Sin embargo, la dura competencia de los tres gigantes de Detroit (Ford, Chrysler y General Motors) obligó a la International Harvester a finiquitar su división de automóviles y regresar al más tranquilo sector de la maquinaria.
El último de los Scout salió de fábrica en 1980 y, desde entonces, una gran comunidad de propietarios y entusiastas mantienen con vida miles de ejemplares gracias a sus restauraciones y modificaciones.
No obstante los derechos sobre el modelo permanecieron en el olvido hasta 2021, cuando fueron adquiridos por Volkswagen a través de la compra del fabricante de camiones Navistar.
Ahora, lo que la marca alemana quiere hacer con este mito es ofrecer SUV y pick-up tan utilitarios o recreacionales como lo fue el Scout original. Y manteniendo igualmente como premisa un precio asequible el cual, según declaraciones de su presidente Johan de Nysschen, se situaría en el entorno de los 40.000 dólares (unos 37.900 euros).
Esto último enfrentaría directamente a los futuros Scout con los productos de Rivian, cuyos R1T y R1S arrancan en los 70.000 dólares tras su última subida de precios. Pero además de la startup californiana, deberán enfrentarse a los viejos enemigos de Detroit como la F-150 Lightning de Ford o la RAM 1500 Electric.