En las subastas de coches es habitual encontrar joyas exclusivas y nuestro hoy protagonista no es una excepción: se trata del Peugeot 2008 DKR ganador del Dakar 2016 con Stéphane Peterhansel a sus mandos, que la casa francesa Aguttes pone a disposición del mejor postor. La subasta tendrá lugar el próximo 20 de septiembre en el Musée de l'Aventure Peugeot y se estima que su precio oscile entre los 450.000 y 550.000 euros.
Sólo cuatro ejemplares de este Peugeot 2008 DKR16 fueron concebidos, uno por cada piloto del equipo Peugeot Sport que compitió en la edición de 2016 del raid de los raids: Sébastien Loeb, el español Carlos Sainz, Cyril Despres y Stéphane Peterhansel, también conocido como Monsieur Dakar pues en su palmarés atesora nada menos que 13 coronas en esta competición.
De las mismas, las dos últimas las consiguió con la firma gala: en 2016 con este 2008 DKR16 que nos ocupa y la última al año siguiente con su sucesor, el Peugeot 3008 DKR.
Es habitual encontrar modelos de competición que se venden a golpe de mazo, pero los más numerosos suelen ser de circuito, como es el caso de este Nissan 300ZX Turbo IMSA GTO o del BMW M1 Procar que acaba de subastarse el pasado mes de agosto por 913.000 dólares. No es el caso de este bárbaro todoterreno.
Pura bestia raid
Tomando como base la primera generación del Peugeot 2008, la disponible por aquel entonces aunque poco queda del modelo de producción en este caballo ganador del más famoso de los rally-raid, el 2008 DKR está concebido en un chasis tubular de acero y toda su carrocería es de fibra de carbono.
Respecto al modelo de serie cuenta con vías más anchas, así como una mayor distancia entre ejes, creciendo 20 centímetros a los ancho y otros 20 centímetros en longitud. Sus cotas se fijan por tanto en 4,28 metros de largo, 2,2 metros de ancho y 1,79 metros de alto. Por supuesto, cada uno de sus paneles fue conveniente ajustado en términos de aerodinámica y peso.
En el menú también encontramos nuevas suspensiones todoterreno que lo alejan del suelo unos generosos 40 centímetros, respecto a los 25 centímetros que ofrecía el SUV, un depósito de combustible de 400 litros y unas llantas de magnesio monoblock de 17 pulgadas.
En lo que toca al corazón que le da vida, se trata de un poderoso diésel V6 de 3.0 litros biturbo de 350 CV y 800 Nm de par, a un máximo de 5.000 vueltas, que va gestionado por una caja de seis marchas secuencial encargada de enviar toda su entrega al eje trasero.
Todos estos ingredientes le permiten llegar a los 200 km/h de velocidad máxima, además de acometer cualquier terreno y pendiente que se precie. ¿Le veremos de de nuevo compitiendo?
Fotos: Aguttes.
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