Tesla se ha visto obligada a llamar a revisión más de 2 millones de coches porque el paquete de sistemas que constituyen el Autopilot carece de medidas suficientes que garanticen que los conductores estén atentos cuando lo utilizan.
Los documentos publicados el miércoles por los reguladores de seguridad estadounidenses indican que la empresa enviará una actualización de software para solucionar los problemas.
La llamada a revisión se produce tras una investigación de dos años de la NHTSA, la autoridad federal en materia de vehículos y tráfico, sobre una serie de accidentes ocurridos mientras se utilizaba el sistema de conducción parcialmente automatizada Autopilot. Algunos de esos accidentes fueron mortales.
Para la agencia, su investigación ha revelado que el método utilizado por Tesla en el Autopilot para garantizar que los conductores estén atentos puede ser inadecuado y conducir a un mal uso previsible del sistema.
Toda la gama Tesla, llamada a revisión
La llamada a revisión afecta, según la NHTSA, a 2.031.220 coches. En concreto afecta a todos los Model S fabricados desde 2012 hasta el 7 de diciembre de 2023, a los Model X fabricados desde 2016 hasta el 7 de diciembre de 2023, a los Model 3 fabricados desde 2016 hasta el 7 de diciembre de 2023 y a los Model Y producidos entre 2020 y el 7 de diciembre de 2023.
Desde su lanzamiento el Autopilot ha estado rodeado de polémica. La falsa promesa, con vídeo editado para engañar, de que el coche puede conducir sólo ha sido tomada al pie de la letra por más de una persona. Sin embargo, a pesar del nombre, el Autopilot no es un piloto automático como lo entiende la gente, es decir, que el coche conduce sólo y el conductor puede dormir o mirar una película.
El paquete Autopilot es un ayuda a la conducción, ADAS, de nivel 2. El nivel 2 requiere de la atención y el control permanente del conductor, mientras que un coche que “conduce sólo” se da en los niveles 4 y 5 (en este último caso no habría ni volante).
El Autopilot incluye funciones denominadas Autosteer (dirección) y Traffic Aware Cruise Control (un control de crucero adaptativo con asistente de mantenimiento de carril como equipan tantos coches en el mercado). Este sistema de nivel está pensado para ser utilizado en carreteras únicamente, nunca en ciudad.
Al ser de nivel 2, siempre hay que tener las manos en el volante y el control del coche. Sin embargo, hay numerosos trucos que simulan la presencia de una mano en el volante, como poner una naranja entre el airbag y el aro del volante para simular la presión de una mano.
Al parecer, la actualización permitirá un mayor control y comprobación de que efectivamente hay alguien a los mandos del coche. Y es que el sistema en sí no es defectuoso, sino que algunos conductores no lo usan correctamente.
Los defensores de la seguridad automovilística en Estados Unidos llevan años pidiendo una regulación más estricta del sistema de vigilancia del conductor, que detecta principalmente si éste tiene las manos en el volante.
Quieren cámaras que garanticen que el conductor está prestando atención, algo que utilizan muchos otros fabricantes de automóviles con sistemas similares y superiores, como el sistema Blue Cruise de Ford (que probamos hace poco), que alcanza así un nivel 3 de conducción autónoma y hace que en España sea legal conducir un Ford Mustang Mach-E equipado con ese sistema sin tocar el volante.
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