Puede que esto no hubiera ocurrido en la era Obama. O sí. El caso es que las sanciones de Estados Unidos a Cuba -además de su histórico bloqueo comercial- han llevado al fabricante de baterías de Tesla, Panasonic, a suspender sus relaciones con su proveedor de cobalto.
Y es que el fabricante japonés no puede determinar qué cantidad de este mineral proviene de Cuba y ha terminado en el mercado estadounidense.
Panasonic no se quiere pillar los dedos con Trump
Según ha explicado Reuters, parte del cobalto que Panasonic usa para fabricar las baterías de Tesla es extraído en Cuba por el proveedor canadiense Sherritt International Corp. Como suele ocurrir, ha sido imposible determinar el origen de este mineral a lo largo de la cadena de suministro.
"Panasonic ha pedido orientación de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre su interpretación del alcance de la prohibición estadounidense a las importaciones de origen cubano", ha declarado.
Por su parte, el proveedor ha declarado que han trabajado en Cuba durante 25 años y el níquel y cobalto que se refina en sus instalaciones en Alberta, Canadá, se vende a clientes en Europa y Asia.
Sherritt extrae el cobalto en la zona minera de Moa en Holguín, Cuba. El níquel es una de las principales fuentes de ingresos del país; una industria que necesita de socios extranjeros para mantener el impulso y que necesita un deshielo por parte de Estados Unidos que la mantenga a flote.
En esta región operan dos fábricas de extracción y procesamiento: Ernesto Che Guevara y Pedro Sotto Alba, que lideran la producción metalúrgica. Esta última fue construida en 1957 por una empresa estadounidense y pasó a manos del estado cubano tras el triunfo del castrismo. Desde 1994 funciona como empresa mixta al 50 % entre Cubaníquel y Sherrit.
En cuanto a una demanda que crece más rápido que la capacidad de producción, Tesla ya ha estado reduciendo significativamente la cantidad de este mineral, como analizamos hace unas semanas, y apuesta por la tecnología de níquel-cobalto-aluminio, que requiere menos de un tercio de la cantidad de cobalto, a diferencia de las baterías de níquel-manganeso-cobalto.
Panasonic, que también obtiene su polvo de cátodos de la compañía Sumitomo Metal Mining, asegura conocer el origen de sus extracciones en cuanto a la situación de vulneración de derechos humanos que hay en República Democrática del Congo.
La pregunta es si pesan más las sanciones político económicas o la vulneración de derechos humanos a la hora de rastrear el origen de los materiales que conforman la movilidad del futuro.