Tesla ha mejorado la llave del Model 3 incorporando la opción de entrada pasiva, es decir, que el vehículo se abra de forma automática según nos aproximamos sin necesidad de sacarla del bolsillo.
Esta función, que no es ni muchos menos nueva puesto que la incorporan numerosas marcas y modelos, incluidos sus hermanos mayores, el Model S y el Model X, mejora la original que se lanzó en noviembre de 2018. Su precio es de 150 dólares (unos 137 euros al cambio).
No se requieren las manos: abrir y cerrar su Model 3 nunca ha sido tan fácil. Mantenga su llavero en su bolsillo y simplemente tire de la manija de la puerta para acceder fácilmente. Lo mismo con el maletero. Su llavero se habilita automáticamente cuando se empareja con su vehículo.
Con esas palabras describen las funcionalidades de esta nueva llave en la propia tienda online de Tesla en EE.UU. En la misma también se revela que su stock está agotado, sin indicar cuándo volverá a estar disponible. Un problema de abastecimiento (otro más) que rememora en cierto modo los famosos cuellos de botella que sufrió la firma de Palo Alto con el propio Model 3.
Hasta ahora, el Tesla Model 3 contaba con otras dos opciones de apertura: la principal es a través del smartphone utilizando la app de la compañía, a pesar de los riesgos que conlleva; y, como opción secundaria, una llave-tarjeta basada en un chip RFID, que algún cliente incluso ha utilizado para implantarse la llave en el brazo y abrirlo sólo con tocarlo.
Los hackers, una amenaza
La nueva funcionalidad de la llave de Tesla facilita el acceso al vehículo, sin embargo, puede suponer un incremento del factor de riesgo de robo por el acecho de los hackers, y no sólo para Tesla sino para todos los fabricantes de automóviles.
De hecho, en 2016 comenzó una ola de hurtos de vehículos Tesla por Europa. El modus operandi consistía en la amplificación y réplica de la señal de la llave del coche para abrirlo y arrancarlo en cuestión de segundos.
Tras estos episodios, la marca californiana emitió una serie de consejos a sus usuarios como deshabilitar la función de entrada pasiva cuando no se vaya a utilizar la llave, o el uso de jaulas Faraday, que bloquean la señal e impiden que sea replicada o clonada. Su precio ronda los diez euros, aunque siempre se puede optar por envolverla en papel de aluminio, como solución más barata y casera.
La seguridad, en constante mejora
Tesla lleva tiempo introduciendo mejoras en sus sistemas de seguridad, por ejemplo el sistema Pin to drive, que obliga a la introducción de un código antes de arrancar; o el Modo centinela, un sistema de alarma que utiliza las cámaras del Autopilot para grabar en 360 grados todo lo que ocurre en el exterior del vehículo en caso de intento de robo.
En dicho supuesto, el coche eléctrico emite una alarma a alto volumen, activa su sistema de sonido al máximo, ilumina las pantallas del interior con el brillo elevado y envía un aviso al móvil del propietario sobre lo que está sucediendo.
Asimismo, a fin de encontrar resquicios que los hackers puedan aprovechar, la marca estadounidense desafía a los usuarios a buscar fallos en su sistema de seguridad y hacérselos saber... aunque a veces le cueste tener que regalar un coche como recompensa.
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