La Tesla Cybertruck es de momento la propuesta más arriesgada de la firma de Palo Alto. Y, por primera vez, tras presumir durante casi dos años de sus bondades, el propio Elon Musk ha admitido que podría ser el primer gran fracaso de Tesla por su atrevido diseño.
Así lo ha comentado el CEO de la marca en su red social favorita: Twitter. Lo cierto es que desde que se presentara a finales de 2019 se ha granjeado no pocas opiniones, de todos los colores, por sus vanguardistas y aristadas formas que recuerdan en cierta manera al sedán de Deckard en 'Blade Runner'.
La llegada esta pick-up eléctrica sigue fijada para finales de este 2021 en dos de sus variantes, las de dos y tres motores que son las más potentes, pero aún no se ha mostrado oficialmente su versión definitiva. Aunque este mismo mes Musk ya ha confirmado que la variante de producción será prácticamente idéntica a la presentada.
"Parece hecha por alienígenas"
"Siendo franco, siempre existe la posibilidad de que la Cybertruck fracase, porque es muy diferente a cualquier otra cosa. No me importa, me encanta aunque no le guste a otros. Otras pick-ups parecen copias de lo mismo, pero la Cybertruck parece hecha por alienígenas venidos del futuro", ha comentado el mandamás de Tesla en su cuenta de Twitter.
Lo hacía respondiendo a una cuenta de un foro de propietarios de la marca, que mostraba su apoyo a la Cybertruck mencionando un artículo de opinión que señalaba precisamente su posible fracaso en el mercado: "La Cybertruck cambiará las reglas del juego y será un gran éxito. Podéis guardar este tweet, estoy seguro de ello".
Pero el propio Musk no parece estarlo tanto y precisamente por ese diseño que la hace tan diferencial como inconfundible pero que no pocos han tachado de feo. Cuestión de gustos al final y al cabo.
Todo ello pese a que ya ha superado el millón de reservas, aunque bien es cierto que no todas se traducirán necesariamente en ventas. Además, aunque tenga un buen tirón inicial, puede acabar naufragando a largo plazo, como bien se señala en el mencionado artículo publicado en The Truth About Cars.
Sea como fuere Tesla sigue embarcada en dar salida a esta pick-up eléctrica, rival de otras propuestas similares como el Hummer EV o la Rivian R1T que también se lanzarán al mercado este año.
De hecho la marca habría comenzado a preproducirla en Fremont, donde supuestamente se ha sumado una línea de producción piloto a fin de limar ajustes y cambios para que su fabricación comience inmediatamente cuando Tesla abra la factoría de Texas, que sigue a la espera.
A vueltas con la homologación
Más allá de su diseño, que no cambiará salvo "pequeños ajustes aquí y allá para hacerla un poco mejor", según ha reiterado nuevamente Elon Musk, lo cierto es que la versión de producción deberá contar con ciertos cambios si quiere conseguir la homologación tanto en Norteamérica como en Europa.
En el caso de EE.UU lo tendrá más sencillo: la Tesla Cybertruck definitiva deberá incorporar espejos retrovisores convencionales y no digitales por cámara (en Norteamérica no son legales a diferencia del Viejo Continente o Japón), sustituir el volante por una tradicional (el del concept era estilo F1) y equipar limpiaparabrisas.
Pero en el de Europa sí que se topará con más pormenores, pues deberá cambiar algunos aspectos de estructura básica según han señalado expertos del SGS-TÜV Saar, un organismo independiente alemán que testa la seguridad de los vehículos.
Por ejemplo, su carrocería está concebida en la original en un material ultrarresistente, el bautizado como 'Exoskeleton' de acero inoxidable laminado en frío 30X Ultra-Hard, que en caso de impacto no se deformaría absorbiendo la energía para proteger de posibles lesiones tanto a los ocupantes como a usuarios vulnerables (peatones o ciclistas).
Por ello deberá contar con zonas de deformación específicas de las que carece la versión presentada en 2019. Y asimismo deberá disponer de algunos sistemas de seguridad activa y pasiva que exigen las regulaciones europeas y que tampoco equipa en su antesala.
La Tesla Cybertruck se ofrece bajo reserva en tres versiones en todos los mercados, lo que incluye España, aunque aquí aún no tiene precio anunciado. La más básica y económica, que será la última en llegar (2022), monta un único propulsor en el eje trasero y promete un autonomía estimada de 402 km. Su precio es de 39.900 dólares.
La intermedia dispone de dos motores, uno por eje, siendo tracción total, y anuncia un rango de 483 km, además de una aceleración desde parado hasta los 96 km/h en 4,5 segundos. Arranca en los 49.900 dólares.
El tope de gama lo protagoniza la Tri-Motor, con dos propulsores en el eje trasero y uno en el delantero, igualmente por tanto de tracción integral, que asegura hacer el 0-96 en 2,9 segundos. También es la que más rango promete, 805 km, y la más cara: 69.900 dólares.
Más allá de señalar que irá sin manetas para las puertas, Musk ha anunciado recientemente que dispondrá de bondades como dirección a las cuatro ruedas, como ocurre en el Hummer eléctrico, o que ofrecerá paneles solares para la cubierta de la caja que ayudarán a aumentar su autonomía.
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