Una de las ambiciones de los ingenieros actuales de automoción es reducir al máximo las pérdidas energéticas en un coche. Una de esas pérdidas es el calor del motor, que no se aprovecha más que para la calefacción. Sin embargo, se cree que se puede recuperar de ahí energía de forma útil.
El departamento de investigación y desarrollo de General Motors ha recibido 2,7 millones de dólares del Gobierno estadounidense para investigar en ese campo. Según afirman, nadie en el Mundo está haciendo algo parecido que ellos sepan. Se trata de convertir el calor del escape caliente en electricidad.
¿Cómo? Utilizarían un material llamado SMA (aluminio con memoria de forma), que al calentarse modifica su forma pero luego la recupera al enfriarse. Si ese aluminio está rodeado de un generador, es posible aprovechar la energía para almacenarla por ejemplo en las baterías de un híbrido y así aumentar su rendimiento.
Este departamento va a trabajar con HRL Laboratories para crear un prototipo en menos de dos años. No es la primera vez que se intenta, en los últimos 30 años ha habido experimentos que no eran viables por su penosa eficiencia. ¿Lo conseguirán esta vez? GM ha demostrado que, cuando le da la gana, investiga muy bien.
Las ventajas serían evidentes. Sería como tener un alternador funcionando sin restar potencia al motor ni capar el escape. Cuanta mayor es la carga de las baterías de un híbrido, más uso puede hacer del motor o motores eléctricos y así librar de más trabajo al motor térmico para reducir consumo y emisiones.
Otra aplicación posible sería reemplazar el alternador de los coches convencionales o hacerlo más pequeño. No tengo mucha fe en suprimirlo, pero sí en que se pueda reducir su tamaño (menos peso, menos pérdida de potencia). De momento la tecnología está en pañales, a ver con qué nos sorprenden en 2011.
Fuente | General Motors