El asistente a la conducción de Mercedes-Benz, a prueba: los primeros pasos de la conducción autónoma
Hay una frase que llevamos escuchando algún tiempo en el mundo de la automoción y que ahora nos empezamos a creer de verdad: "en los últimos 10 años la tecnología de los coches ha avanzado más que en el último siglo". Muchos fabricantes nos prometen el oro y el moro, coches superconfortables, seguros e inteligentes, pero ¿realmente lo son?
Nos hemos puesto a los mandos del nuevo Mercedes-Benz Clase E para comprobar si su paquete de asistencia llamado Intelligent Drive realmente nos está acercando al futuro de la conducción autónoma o sólo es otra maniobra de marketing. Dicen que entre otras cosas se conduce él solo en carretera y que en ciudad es capaz de evitar atropellos, a ver si es cierto.
No es magia, es el Servofreno de Emergencia Activo
Sabiendo que la mayoría de los accidentes por alcance y atropellos son culpa de distracciones al volante, en Mercedes-Benz han desarrollado el Servofreno de Emergencia Asistido. Empleando cámaras y radares frontales el Clase E puede frenar en caso de que el conductor no vea un coche detenido justo delante.
Imagina que vas por una avenida tranquilamente, quieres cambiar la radio y no te das cuenta de que el coche de delante se ha detenido en un semáforo. Según la marca alemana, cuando el Clase E detecta que no te has dado cuenta y que puedes chocar te avisará mediante un pitido y un indicador en el panel. Pero, ¿funciona?
Lanzándonos de forma deliberada contra un vehículo simulado en una pista de pruebas, efectivamente, el cuadro nos avisa visualmente y con un pitido. Si reaccionas, ¡bien hecho! Acabas de librarte de tener que rellenar un parte del seguro. Pero si aun así sigues acelerando cuando ya deberías haber cambiado de pedal, no hay problema.
El coche hace tus deberes y calcula el momento en el que ya sería demasiado tarde para esperar a que el humano frene, y aplica la fuerza necesaria para detenerse a sólo unos centímetros del obstáculo. ¡Salvado! Aunque ya te aviso que si lo intentas hacer a propósito da mucho yuyu.
El rango de actuación del Servofreno de Emergencia Asistido es realmente amplio. Se activa a partir de 7 km/h y llega hasta los 250 km/h para otros vehículos en movimiento y hasta 100 km/h para vehículos detenidos. Lo mejor de todo es que es a prueba de ataques de ira porque el coche acabará por tomar el control.
Bueno, no siempre, si empiezas a cambiar de un pedal a otro puedes hacerle un lío al sistema y que no pueda calcular dónde o cuánto tiene que frenar. Durante las pruebas esto sólo pasó una vez, se reinició el coche y no volvió a ocurrir, pero en un entorno real el choque ya lo habríamos tenido.
Probando las maniobras de evasión (cuando frenas y tratas de evitar el obstáculo) también funciona, y la dirección varía su asistencia y nos hace más hábiles, controlando tanto el primer volantazo como el segundo (el de recuperar la trayectoria) para evitar pérdidas de control en una maniobra propia de un especialista de cine.
A prueba de atropellos
Mercedes-Benz nos promete que también los peatones también pueden estar tranquilos. El servofreno asistido de emergencia tiene una aplicación similar a la anterior pero haciendo uso ahora de un software distinto, con múltiples siluetas y algoritmos específicos aplicados a la detección de personas, puede reconocer peatones en la calzada con sus sensores.
Sentado detrás del volante y sabiendo que lo que tienes delante es un muñeco, cuesta dirigirse con ganas de simular un atropello, pero para eso estamos. Nos lanzamos con decisión y no hay forma de llevártelo por delante. Ya frenes lo justo, frenes y sueltes el pedal o sigas acelerando, el sistema detiene el coche a menos un palmo de las piernas del objetivo.
Se queda muy cerca esperando la reacción del conductor, pero es tan cerca que seguramente se evite el atropello, pero el infarto está casi garantizado. Se nos ocurrió que podíamos hacer la prueba en nuestras propias carnes, poniéndonos delante del coche, pero estaba lloviendo y pasamos de mojarnos ¿sabes?
Drive Pilot, la antesala del coche que se conduce solo
Y ahora vamos con el plato fuerte: Mercedes-Benz nos asegura que con el paquete Driving Assistance (o asistente a la conducción) nos acerca lo que podría ser la conducción autónoma, con un conjunto de dispositivos capaces de mantener la velocidad y la trayectoria en carretera, adaptarse a las condiciones del tráfico y evitar las multas ajustándose a los límites de velocidad mediante el reconocimiento de señales.
Una vez en carretera, conectamos el Distronic y la velocidad se mantiene constante, sí, pero queremos ver qué pasa con el volante. Con el Steering Pilot conectado la dirección se maneja sola, sólo deberemos mantener las manos sobre el volante. Sí, podemos quitarlas, pero sólo durante periodos de 30 segundos y sin perder de vista la carretera. Más que suficientes para ver cómo el volante se maneja solo y no se sale del carril.
Eso de ir en plena autovía con tráfico sin usar manos ni pies y ver cómo el coche lo hace todo es realmente emocionante. Incluso en teoría es capaz de adelantar con sólo conectar el intermitente. Sólo pudimos ponerlo a prueba una vez y comenzó bien la maniobra, pero no la terminó como esperábamos, cruzando hasta el tercer carril de la izquierda en vez de quedarse en el intermedio.
Esta tecnología es capaz de reconocer el entorno y actuar en consecuencia. Reconoce señales de tráfico, otros vehículos o trayectoria de la calzada, pero al mismo tiempo sus capacidades son sus limitaciones. Nos pasó un par de veces que en autovía (a 120 km/h) reconoció el límite de la vía de servicio (60 km/h) y frenó, y al revés también.
Pero ojo, que que está muy bien esto de los automatismos, pero la responsabilidad de estar al loro de lo que pasa en carretera es siempre del humano sentado tras el volante. Es más, probamos a quitar las manos más de 30 segundos del volante y, al detectarlo, el Clase E nos avisó, para que retomásemos el control pero simulamos que nos había pasado algo (un desmayo, por ejemplo), y comenzó la parada de emergencia conectando los warning y deteniéndose gradualmente.
Uno de los mayores puntos a favor de este sistema, es que con él conectado y si nos encontramos un atasco justo delante, sin decirle nada es capaz de detenerse, arrancar y frenar cuantas veces sea necesario en el atasco y luego volver a acelerar hasta la velocidad que le tuviéramos programada. ¡Brujería!
Aparcamiento automático a distancia
Entre las muchas nuevas habilidades que estrena el recién llegado Clase E, Mercedes-Benz nos trae una particularmente cómoda, sobre todo si eres de esos a los que las maniobras no se le dan del todo bien, o eres un geek empedernido, o simplemente te da pereza aparcar.
Conectamos la función de aparcamiento automático, la pantalla nos muestra los espacios que vamos pasando hasta que encuentra uno lo suficientemente grande. Nos bajamos del coche móvil en mano y, con las llaves en el bolsillo (a menos de 3 metros del coche), confirmamos el inicio de la maniobra. Realizando círculos sobre la pantalla, esta berlina y su conductor fantasma clavarán a la perfección el aparcamiento. Cool!
Funciona tanto en aparcamientos en batería como en paralelo, sólo se le resisten los aparcamientos en diagonal, precisamente los más sencillos para un humano. También funciona en cualquier condición de luz, pero cuando no funciona bien es con gotitas de lluvia en la pantalla del smartphone. En esos casos, mejor que aparques el coche tú mismo, así no te mojas y, además, tardas menos.
Sentando las bases de la conducción autónoma
Todo esto está muy bien, pero repetimos: Drive Pilot, Steering Pilot, Distronic, Active Lane Change Assist y toda esta parafernalia son sistemas de asistencia a la conducción. Sí, se parecen a esa conducción autónoma que tanto ansia el público general, pero no lo son. Son un paso previo y necesario antes de poder desentendernos por completo de los mandos del coche. De momento, tanto técnica como legalmente, la actuación del conductor es un imperativo necesario.
El Clase E es uno de los vehículos más avanzados y seguros que puedas conducir, o no conducir, porque por algunos momentos haciendo un acto de irresponsabilidad te puedes olvidar de tus obligaciones sentado en el asiento del conductor. El alarde tecnológico de esta berlina mantendrá a salvo tanto al conductor y sus ocupantes como al resto de usuarios de la vía actuando de forma correcta en caso de error humano.
Ahora, que poder desentenderte casi por completo del tedio de conducir en un atasco o en uno de esos aburridos e interminables viajes no tiene precio. Bueno sí, tiene el precio que vale el nuevo Mercedes-Benz Clase E, a partir de 48.300 euros.
En Motorpasión | Ser ingeniero de coches autónomos, cobrando 233.000 dólares al año
En Xataka | Esta furgoneta de reparto es autónoma, eléctrica y se arma en sólo cuatro horas