Un equipo de estudiantes de la universidad australiana UNSW ha conseguido pulverizar el récord que se había establecido en un coche solar: el vehículo cruzó Australia desde Perth a Sydney con solo una recarga de 50 dólares en electricidad. Es decir, recorrieron casi 4.000 km a bordo de un vehículo eléctrico alimentado por energía solar con el objetivo de romper el récord anterior de 5,5 kWh/100 km.
Y lo han conseguido, tienen nuevo récord mundial de eficiencia.
Estudiantes superando los límites de la ingeniería
'Violet' es el nombre con que el equipo de investigadores ha bautizado a esta alucinante creación sobre ruedas. Tras el viaje de seis días de duración a lo ancho del continente, terminaron usando solo 3,25 kWh/100 km, casi cinco veces más eficiente que un Tesla Model 3.
Viajando un promedio de 600 km por día, 'Violet' usó aproximadamente la misma energía por día que la de un hogar estándar (20-24 kWh).
Así, el coche recorrió los 4.000 km en seis días con un promedio de alrededor de 600 km y 20-24 kWh por día. Teniendo en cuenta que la batería de almacenamiento a bordo solo tiene una capacidad nominal de 10-20 kWh y el equipo se carga únicamente con energía solar, es toda una hazaña.
Pero también han tenido muchos contratiempos. Explican desde la universidad que durante el Desafío Solar Mundial Bridgestone 2017, tuvieron que enfrentarse tanto a un incendio en la batería como a un fallo en la suspensión trasera. Pero en esta travesía el equipo de 14 estudiantes no tuvo problemas, e incluso llegaron a su destino con dos días de antelación a los previstos.
El coche en sí está construido sobre un chasis de fibra de carbono que lo hace más ligero: pesa solo 360 kg sin conductor. Cuenta con 318 células fotovoltaicas monocristalinas que cubren 5 metros cuadrados del capó, el techo y la tapa del maletero.
'Violet' también incluye un maletero delantero y trasero, controles de pantalla interactivos, ayudas para sensores de aparcamiento y una cámara trasera, ya que el coche carece de una ventana trasera convencional, que quitaría el espacio que precisa el panel solar.
Lo cierto es que aprovechar la energía del sol para reducir el consumo y las emisiones de los vehículos aún es un reto, aunque los techos fotovoltaicos se proponen en la industria como una estrategia a tener en cuenta para conseguirlo. Desde hace algunos años se venden coches -pocos- con techo solar fotovoltaico, pero el principal problema es que este solo genera electricidad para recargar la batería de servicio y alimentar el equipamiento eléctrico del coche.