Hace seis meses el joven multimillonario Adrian Portelli causó bastante revuelo cuando decidió subir a una grúa su flamante McLaren Senna GTR para colocarlo en el lujoso ático que se acababa de comprar por 39 millones en Melbourne (Australia), ubicado la planta 57 de la torre ‘Sapphire by the Gardens’. Para ello, se tuvo que desmontar parte del edificio.
Ahora el diseño interior del piso ya está listo y el ‘Lambo boy’ nos pone los dientes largos de nuevo, esta vez mostrando cómo quedará su superdeportivo de 3 millones en el salón, como quien te enseña su nuevo jarrón. Sin duda el McLaren Senna GTR, que se redecorará también, es un objeto de deseo que no nos importaría contemplar cada mañana.
Así queda el McLaren Senna GTR en el salón
Cuando Portelli empezó la mudanza esperaba subir su flamante McLaren Senna GTR a su ático por un ascensor, pero el tamaño del coche lo hizo imposible. Entonces, el coleccionista contrató a una empresa para meter su superdeportivo en casa con ayuda de una grúa y la hazaña fue presenciada en directo por cientos de espectadores. Incluso acudió la televisión australiana, que lo retransmitió en directo y subió el vídeo a YouTube.
No fue una misión sencilla, pues para poder meter el McLaren Senna GTR en el piso fue necesario quitar varias ventanas y contar con un equipo especial que, desde una plataforma montada in situ, recibió el automóvil y lo manipuló para que pudiera entrar desde la grúa al ático. Cualquier ráfaga de viento podría haber arruinado la operación, pero fue todo un éxito.
Ahora, el imponente Senna GTR preside el salón del ático como una de las decoraciones más extravagantes y caras del mundo. Sólo el coche, que no es matriculable (al ser un coche con especificaciones de carreras no es legal para circular por carretera) ya le costó 3 millones de dólares australianos o 1,85 millones de euros al cambio cuando lo compró, decorado con los míticos colores de Marlboro en la librea del McLaren de F1 de Ayrton Senna.
El ático en el momento de la compra era el más caro de todo Melbourne (con un precio de 39 millones) y, al parecer, entre las condiciones de Portelli para firmar estaba poder meter uno de sus coches en el interior, en este caso, el Senna GTR.
Ahora según los diseños publicados por el propio Portelli en sus redes sociales, el Senna GTR con corazón V8 biturbo de 825 CV será ligeramente modificado y pintado en un tono cobre, a juego con el resto del ático, ya planificado también con todo lujo de detalles.
Sin embargo, aunque muchos de nosotros soñemos con poder ver un coche así casa día, dando vueltas en su plataforma giratoria iluminada, da cierta nostalgia pensar que esa bestia británica no volverá a bramar como lo hacía en los trazados más míticos del mundo.
Además de dedicarse al negocio inmobiliario, Portelli es un apasionado del motor que cuenta con una colección privada en la que destacan modelos como un Lamborghini Diablo GTR o un Koenigsegg Gemera que acaba de comprarse… será porque acaba de anunciar que va a ser padre y necesita un coche “más familiar”.