Híbrido enchufable, con un propulsor gasolina de tres cilindros y cuatro plazas. Pero lo que distingue al Koenigsegg Gemera de los coches comunes no son sus ingredientes, sino lo que hace con ellos: poder compartir con tres de tus seres queridos el placer de superar los 400 km/h.
Así es este singular modelo, cuyo primer prototipo ya encara sus últimas fases de pruebas. Pero como Christian von Koenigsegg, además de dueño de la marca, es el primer 'fan' de sus creaciones, no ha resistido la tentación de compartir en un breve vídeo cómo va su desarrollo, incluyendo su espectacular sonido.
'Gigante' amable y atronador
En efecto, dicho vídeo es toda una demostración de la 'voz' del último propulsor creado por la firma sueca. Apodado 'Tiny Friendly Giant' ('Pequeño Gigante Amable') plantea un esquema tricilíndrico de dos litros de cubicaje, con un innovador sistema de distribución basado en válvulas de accionamiento neumático controladas directamente por su misma electrónica de gestión.
Alimentado por la aspiración forzada de dos turbocompresores, este motor ya entrega por sí solo unos nada desdeñables 600 CV de potencia. Pero aquí se une a un total de tres propulsores eléctricos, junto a los cuales desarrolla hasta 1.700 CV.
En un coche más 'normal', podríamos pensar que su configuración como híbrido enchufable penalizaría, sobre todo, el sonido de la parte de combustión. Por ello von Koenigsegg no se priva de arrancar el Gemera y revolucionarlo ante la cámara, para despejar nuestras dudas.
Y vaya si las despeja. Desde la puesta en marcha el sonido, al ralentí, se percibe profundo y gutural, casi como un 'muscle car' clásico. Un buen prólogo para la experiencia que supone alcanzar los 100 km/h desde parado en tan sólo 1,9 segundos.
En cambio, al acelerar esa profundidad no desaparece nunca del todo, pero sí toma un segundo plano frente a un aullido más propio del mundo de los rallys. Incluyendo la entrada indiscreta de las válvulas de descarga de los turbos que también puede apreciarse.
Dejando aparte el sonido, los detalles que se le escapan a Koenigsegg tampoco tienen desperdicio. Como, por ejemplo, que los equipos de testeo del Gemera se componen siempre de tres ingenieros. Un dato curioso, pero que encaja con el perfeccionismo de su marca. Y es que, en este modelo, los pasajeros de atrás también tienen derecho a disfrutar.
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