Los Lotus Elise son algunos de los coches más admirados por los amantes de las sensaciones fuertes al volante. No destaca por ser uno de los coches más potentes del mundo, ni por tener la última tecnología destinada a hacerlo fácil de conducir cuando se rueda rápido con el.
Precisamente su secreto radica en la sencillez que lo rodea, es un coche básico mecánicamente y eso lo hace especial. Por ello el Lotus Elise ha conseguido juntar miles de adictos a su conducción en todo el mundo, conductores que se han enamorado de las sensaciones que transmite, muy parecidas a las de un coche de competición.
En California uno de los afortunados propietarios de un Lotus Elise ha decidido que su pequeño biplaza no era lo suficientemente ligero, y lo ha sometido a una estricta dieta de adelgazamiento.
No tenemos demasiados datos sobre el, pero en ocasiones una imagen vale más de mil palabras. Es evidente que el coche pesa poco, muy poco. Los paneles de las puertas brillan por su ausencia, la carrocería ha visto como algunas partes han desaparecido.
Según cuenta su propio dueño en su Flickr, el Elise naranja tiene 305 caballos de potencia gracias a un motor turboalimentado, cambio secuencial, volante extraíble y suspensiones firmadas por Ohlins.
Gracias a gente apasionada como su dueño, por todo el mundo siguen rodando coches exclusivos y espectaculares como este. Esperamos que por mucho que lo "verde" infecte el mundo del automóvil, siempre sigan existiendo apasionados de las cuatro ruedas que nos permitan ver maravillas como esta.
Via | Jalopnik