El Nettuno es un motor completamente nuevo para Maserati, una marca que decía abrazar el futuro de la movilidad eléctrica sin tapujos, pero que sin embargo nos presenta un motor de gasolina completamente nuevo. El superdeportivo Maserati MC20 será el primero en estrenar esta mecánica, pero el resto de la gama Maserati podrá contar con él también en un futuro.
Se trata de un V6 a 90º en aluminio, de 3.0 litros y sobrealimentado por dos turbos, uno por bancada. Este bloque que sube a más de 8.000 vueltas, desarrolla 630 CV y entrega 730 Nm. Estamos hablando de un motor de 210 CV/litro, como recuerda Matteo Valentini, el ingeniero al frente del diseño y desarrollo del Nettuno, el cual junto Jonata Azzali, responsable de producción, nos ha guiado en una visita virtual al nuevo Engine Lab, donde nacen los V6 Nettuno.
El Nettuno, con cárter seco, se distingue por su sistema con precámara de combustión heredado de la tecnología utilizada en los Formula 1. Es la primera vez que se utiliza en un motor destinado a un coche de calle. Aunque Valentini explica que la verdadera novedad es cómo se implementa este sistema en el Nettuno.
Dispone de una doble inyección (indirecta y directa) y de un doble encendido, con una bujía en la precámara y otra en la cámara de combustión, es decir, en el cilindro. El objetivo es conseguir una elevada potencia al mismo tiempo que mejorar la eficiencia.
Con la llegada del Nettuno, Maserati vuelve a funcionar como planta de fabricación de motores. Y es que los motores que equipan actualmente la gama Maserati proceden de otras marcas, ya sea del antiguo grupo FCA o de los antiguos acuerdos con Ferrari.
Nettuno, el motor fabricado bajo presión
El Nettuno se fabrica en una ala rehabilitada de la factoría de Módena, en lo que fue en sus inicios el banco de potencia. Ahora transformado en un edificio ultramoderno de 350 m², con una limpieza casi clínica, 10 personas se encargan de la fabricación a mano de los propulsores Nettuno.
El proceso de fabricación del Nettuno es un tanto peculiar. En el Engine Lab, el Nettuno se fabrica en una área de acceso restringido, con aire filtrado, cual laboratorio, para evitar la entrada de cualquier elemento “contaminante” procedente del exterior, como polvo o partículas. Además, el Engine Lab está presurizado. Así, cada vez que se abre una puerta, se genera un soplo de aire, de manera que no entre ningún tipo de contaminante.
El motor Nettuno se compone de unos 1.300 componentes. Es un motor ensamblado a mano a lo largo de seis estaciones de montaje. Pero ojo, fabricado a mano no significa de forma artesana. En todo ese proceso, la tecnología tiene un papel primordial: supervisar, controlar, monitorizar y guardar registro de todos los pasos de la fabricación para garantizar la mayor fiabilidad.
Cada estación de montaje cuenta con dos pantallas. La principal indica al operario cuál es el proceso que toca, como poner los aros en los pistones, por ejemplo, mientras que la segunda pantalla es más pequeña, táctil y permite al operario interactuar con el proceso. Y es que si bien el montaje es manual, los mecánicos están rodeados de tecnología que controla y se aseguran que el ensamblaje está siendo hecho según las especificaciones.
Por ejemplo, hay cámaras que controlan que los anillos estén montados correctamente en el pistón, dentro de los márgenes de tolerancia especificados. Y además, asocia cada elemento monitorizado al número de serie de un motor. El sistema conserva así el registro de cada elemento y qué márgenes de tolerancia tienen y, sobre todo, en qué motor fueron montados.
En otra estación de montaje, es el ordenador que indica al operario qué camisa de biela debe instalar e incluso se la da, para que no haya error posible. Y es que previamente, el sistema analizó y cálculo cual era la mejor de las que hay en el stock para qué bloque y posición en función de las tolerancias admitidas, tanto de la camisa como del bloque.
En una de las últimas estaciones, unas cámaras cenitales comprueban que los elementos e incluso las tuercas se van montando en el orden correcto. De lo contrario, le llega un aviso al operario para que enmienda el error. Si no lo hace, no puede seguir con el montaje.
Por último, una vez el motor ensamblando, no se lleva directamente a la línea de montaje del coche. Antes es sometido a una prueba en banco de potencia. Por una parte se comprueba así que el motor da la potencia y el par indicados (630 CV y 730 Nm) y por otra parte se comprueba que este bien ensamblado, comprobando que no hay pérdidas ni fugas de ninguna clase. El aceite del motor es posteriormente analizado para ver si hay o no partículas de metal, por muy finas que sean, en él.
¿Y qué pasa con la electrificación de Maserati?
Hasta no hace mucho, la marca debía apostar claramente por la electrificación, teniendo a su futuro buque insignia el Maserati Alfieri, como un coche 100 % eléctrico. (A estas alturas, después de casi seis años, nos podemos olvidar el Alfieri). Y así se volvió a insinuar cuando se dejó de fabricar el Maserati GranTurismo.
Habida cuenta de la inversión necesaria en la realización del Nettuno, parece poco probable que Maserati sea únicamente una marca con modelos eléctricos en su catálogo. No cabe duda de que este motor se hará un hueco en otros modelos de la marca, como un posible sustituto del Gran Turismo. Y quien sabe si en también bajo el capó de otros modelos del grupo, como Alfa Romeo.
Sin embargo, eso no quita que los modelos equipados con el Nettuno, incluido el MC 20, revistan algún tipo de electrificación en el futuro. El motor, aseguran en Maserati, está pensando para funcionar en conjunto con motores eléctricos.
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