El mercado de ocasión de superdeportivos y coches de lujo está moviéndose bastante en Italia, muchos dueños se están desprendiendo de ellos. Desde que Italia se libró de Berlusconi y puso a un peso pesado de la economía —Mario Monti— se ha puesto en el punto de mira el fraude fiscal.
Esa lucha está llevando al equivalente a Hacienda a hacer pesquisas sobre los propietarios de coches caros y los ingresos que declaran al fisco. En un país donde la economía sumergida se calcula que anda en 275.000 millones de euros (17,5% del PIB) los millonarios no son ajenos a eso de defraudar impuestos.
Hay propietarios que tienen mucho que esconder, y prefieren vender los coches a tener problemas. Los hay que ni se atreven a sacar el coche, y los entregan a los compraventa en mano, y en la puerta de su casa. Cómo estará la cosa de borde. Además, hay un impuesto nuevo para los coches de lujo (>251 CV) desde diciembre.
Por ejemplo, el propietario de un Lamborghini Aventador (316.000 euros en Italia) antes tenía que pagar 1.800 euros al año en impuesto de lujo. Ahora tendrá que pagar 8.400 euros, 6.600 más que antes. La policía ya los para y toma datos de matrículas y de conductores, porque sí, sin haber cometido infracciones.
Esta persecución está teniendo como consecuencia una reducción de las ventas de lujo, y la progresiva saturación de compraventas de unidades usadas. Debe haber mucha gente que no declara los ingresos reales que tiene, porque quien lo tiene todo legal, no tiene por qué preocuparse. Como mucho, tendrá la molestia de que le paren.
De ocurrir semejante campaña en nuestro país, también iban a caer defraudadores como moscas. Recordemos que en plena crisis, las ventas de lujo han estado gozando de buena salud durante meses, se han vendido (relativamente) muchos coches de gama alta. ¿Tan bien les va? ¿Declaran todo a Hacienda? Permitidme la duda.
Además, en Italia los precios del combustible están por las nubes. De acuerdo, es algo que pasa en todas partes, pero ellos tienen de la más cara de Europa. Según el último boletín petroleo de la UE, fechado el 5 de marzo, tienen el litro de gasolina de 95 octanos a 1,771 euros/litro y el gasóleo a 1,716 euros/litro.
Hasta un rico puede estar espantado por esos precios, según el caso, multiplicado por el coste de mover un aparato de tropecientos cilindros, chorrocientos caballos y puede que dos toneladas o más. No son días de vino y rosas para la gente acaudalada en la península de la bota.
Pero en la desgracia de estos pobres millonarios, está la alegría de otra gente. En Europa del Este y Sudamérica se ve con buenos ojos esta invasión de “chollos”, el que viva en un país con baja presión fiscal o baja presión de inspectores de hacienda, debería aprovechar esta ocasión. En cuanto a los fabricantes, casi les da igual, si no venden a italianos, venderán a otros.
Vía | Autoblog
Fuente | The Daily Telegraph, Bloomberg