Tal y como está todo de caro, darle a una o varias partes de un coche un chapado en oro no es que parezca una locura, lo es. Pero al menos es comprensible cuando quien lo hace es Bugatti, y además con un buen motivo: cerrar por todo lo alto la producción de los Chiron y Chiron Sport.
Por ello, la elitista firma francesa ha vuelto a hacer su magia para crear una nueva edición ultra limitada a modo de despedida. Se llama L' Ébé y posee detalles bañados en oro de 24 kilates, razón por la cual sólo existirán tres unidades en todo el mundo.
Dicha edición no incluye cambios para la bestial planta motriz del modelo, la cual mantiene sus mismos 1.500 CV que lo han convertido en uno de los vehículos terrestres más rápidos de todos los tiempos. A decir verdad, tampoco es que el Chiron estuviera necesitado de una 'repro'.
Un adiós escrito con letras doradas
El nombre de esta especial versión rinde homenaje a L' Ébé Bugatti, la hija mayor del propio fundador de la marca Ettore Bugatti. Junto a su padre, L' Ébé gozó de una posición privilegiada que le permitió ser testigo del origen y los primeros éxitos de la firma de Molsheim.
Su pasión por el estilo 'Art Déco' (la gran moda de los años veinte) ha inspirado ahora a los diseñadores de Bugatti para dotar al Chiron con un 'traje' de indiscutible estilo retro. El tono base es el clásico 'Bleu Royale' de la marca, aunque aquí no aparece como una pintura al uso sino como un tinte para la fibra de carbono de la carrocería.
Este azul tan diplomático aparece rematado por los mencionados detalles en oro auténtico que comprenden el marco de la parrilla frontal (y su correspondiente logotipo), las cubiertas de las bancadas del motor y los emblemas 'EB' de los laterales y la parte posterior. Estas piezas se han 'acuñado' con la colaboración del orfebre bávaro Poellath.
Junto a esta 'joyería' un tono dorado (éste, de pintura) se extiende también en los bordes de las llantas, en tres finas líneas que recorren el coche de atrás hacia delante y en la forma de la serigrafía 'L' Ébé', semioculta en el reverso del alerón.
Por dentro, el habitáculo mezcla el azul oscuro y el beige en una curiosa combinación asimétrica, predominando un tono distinto en cada panel de puerta. Estos últimos aparecen además decorados en contraste con un grabado que simboliza la evolución histórica de los modelos de Bugatti.
La consola central guarda un último detalle en el espacio situado por debajo de la palanca de cambio, donde aparece grabado el logotipo de la edición junto al número que ocupa en la brevísima tirada de tres ejemplares.
Bugatti ha dotado con este acabado L' Ébé un Chiron y dos Chiron Sport, cuyos clientes deben estar ya (imaginamos) esperándolos con los brazos abiertos. La marca no ha desvelado el precio que han tenido que pagar, pero es fácil imaginar que no ha bajado del millón de euros.