Un paso de las Green Mountains bautizado como Smugglers' Notch, en la Ruta 108 de Vermont (EE.UU.), lleva años siendo una estupenda trampa para camiones. No han sido pocos los vehículos articulados que han quedado atrapados en sus cerradas y estrechas curvas. Lo que se traduce en que el paso se queda bloqueado hasta que los sacan de allí.
Lo hacen pese a las señales y luminosos que prohíben el paso a camiones o vehículos largos. Y el problema persiste pese a que se aplican elevadas multas por quedarse allí varados. Y es que hay camioneros que los ignoran buscando la ruta más corta que marca el GPS.
Un montañoso 'Triángulo de las Bermudas' para camiones y autobuses
El paso de Smugglers' Notch es un tramo de poco más de 5 km, de esos que aprecias en recorrer en coche por el entorno en el que se ubica. Pero no son las vistas lo que lleva a los camiones a recorrerlo: el GPS lo indica como atajo, así que los hay que optan por aventurarse en él para acortar kilómetros y tiempo.
La cartografía en ningún momento advierte de la altas probabilidades de que el vehículo pueda quedarse allí atrapado, al no poder acometer sus estrechas y sinuosas curvas, imposibles para los más largos pues no les da el giro. Así, las autoridades de Vermont ya se están planteando una ley ad hoc que multe con 2.000 euros a los proveedores de GPS cada vez que la navegación envíe a los camiones allí.
Hasta 9.000 dólares entre la multa y el servicio de grúa. Según la Agencia de Transporte de Vermont, y como recoge Boston Globe, en la última década la media anual de camiones atrapados en este paso es de 8,2. De hecho, ha habido años en los que la cifra ha ascendido hasta a doce. En 2022 fueron cinco, al igual que en 2021.
Así, las medidas que han tomado las autoridades de este estado es anticipar el paso a base de señales y luminosos, indicando que no está permitida la circulación a vehículos que superen los 12 metros de largo, donde se engloban tanto camiones como autobuses.
También aplican multas muy elevadas por ignorar las señales y quedarse atascados allí: 1.000 dólares, que ascienden a 4.000 dólares para los reincidentes. Pero a todas luces no es suficiente.
Tampoco lo es que las empresas de servicio de grúa de la zona cobren entre 3.500 y 5.000 dólares por desalojar de allí a los trailers y vehículos atrapados. Tarea que no es precisamente fácil. Uno de los últimos camiones que se han quedado allí varados transportaba helados de Ben and Jerry: el conductor, ni corto ni perezoso desenganchó el remolque para completar el paso y alertar a las autoridades.
Desde juguetes a sorteos con los camiones atascados como protagonistas. Los lugareños de la zona están hartos de la situación, como demuestran los comentarios en una de las enésimas publicaciones en Facebook de la Agencia de Transporte de Vermont anunciando que se había reabierto el paso tras desalojar de allí un camión. Las tareas de sacar de allí a autobuses y camiones puede llevar horas, tiempo en el que el paso queda cortado.
Vermont collectable stucked Truck
La comunidad de la zona ha pedido medidas más drásticas, como instalar sensores que detecten a los vehículos que superan la longitud permitida para el paso o arcos de altura máxima permitida que directamente les impidan el paso. Igualmente las mencionadas multas a los proveedores GPS que lo marcan como ruta posible. También se plantea colocar una rotonda previa al paso para que los vehículos grandes puedan dar la vuelta antes de que sea demasiado tarde.
Más allá de estas medidas, los hay que han optado por dar rienda suelta a la creatividad. Por ejemplo, se han confeccionado juguetes a modo de suvenir que inmortalizan un camión atascado en una curva de Smugglers' Notch. Monetizar a la vez que se da visibilidad al asunto.
También sorteos, como por ejemplo el organizado por el Club Rotario de Stowe: los participantes, a razón de 10 dólares por boleto, deben adivinar la fecha y hora en la que se va a quedar atascado el siguiente camión. Ya llevan más de 200 vendidos. La excusa de nuevo es publicitar este tipo de incidentes buscando que dejen de ocurrir. Está por ver si estas acciones y las nuevas medidas planteadas acaban definitivamente con este problema.