El lunes pasado un trailer cargado con cartuchos detonantes para la fabricación de los airbag de Takata que iba camino de la planta de montaje se salía de la carretera, comenzaba a arder y terminaba provocando una explosión de considerables dimensiones que destruía por completo una vivienda al borde de la carretera.
Por desgracia, el punto donde ocurrió el accidente, cerca de la intersección entre la autopista 277 y la FM 1666 (Texas) se encontraba peligrosamente cerca de la casa de Lucila Robles. Tras buscar a la mujer durante dos días finalmente ha sido declarada como fallecida al analizar algunas piezas dentales encontradas en el lugar del suceso.
El camión cargado con los componentes de Takata estaba realizando el trayecto entre la ciudad de Del Rio y la planta que Takata tiene en Eagle Pass. Tanto el conductor, identificado como Mario Alberto Rodriguez de 20 años, como su acompañante pudieron escapar del camión. Ambos sufrieron heridas de diversa consideración, al igual que los ocupantes de un Toyota que circulaba por la carretera en el momento de la explosión.
Los cuatro tuvieron que ser evacuados al centro sanitario de Eagle Pass y posteriormente trasladados en helicópteros medicalizados hasta el hospital de San Antonio.
La explosión fue de tal magnitud que algunas piezas del camión fueron encontradas a más de 1.500 metros del origen y hasta 10 viviendas cercanas resultaron dañadas por la onda expansiva y los restos de la deflagración. La carretera tuvo que ser cerrada durante 30 horas para reparar el cráter provocado.
El Departamento de Seguridad de Texas está investigando las causas de la explosión, pero ya han descartado que fuera provocada por una colisión. Tras el incidente, Takata emitió el siguiente comunicado:
Uno de los camiones que transportan infladores de airbag y propelente operados por una empresa subcontratada por Takata se ha visto envuelto en un accidente. De acuerdo con los informes preliminares, el accidente provocó un fuego y posteriormente la explosión de la carga.
El personal de Takata se movilizó hasta el lugar de los hechos de inmediato y está colaborando estrechamente con la empresa subcontratada y las autoridades en la investigación del incidente.
Takata tiene unos prodecimientos de seguridad muy estrictos en lo que se refiere al transporte de sus productos para evitar cualquier tipo de acciones que no se ajusten a la reglamentación.
Nuestros pensamientos están ahora con la familia de la mujer que ha muerto a causa de este accidente, y con las cuatro personas heridas que están recibiendo atención médica en el hospital de San Antonio.
El escándalo de Takata
La compañía fabricante de airbags cuenta en su haber con una de las llamadas a revisión más exageradas de la historia. Más de 100 millones de coches que deben ser examinados sólo en Estados Unidos a causa de un defecto en los infladores de Takata que puede resultar mortal para el conductor y hasta el momento las sanciones alcanzan magnitudes multimillonarias.
Ya son 13 las personas fallecidas a causa de una pieza del activador del airbag que se rompe de manera no prevista y pueden convertirse en proyectiles potencialmente mortales al impulsarse con la fuerza del dispositivo pirotécnico.
Vía | Jalopnik
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