Un 23 de marzo de 2018 un Tesla Model X viajaba por la Highway 101 en Mountain View (California) y de forma extraña cambió de dirección hasta chocar frontalmente contra el extremo de la división central de la autovía, siendo golpeado por dos coches en la parte trasera.
El conductor era el ingeniero de Apple, Walter Huang, que murió a los 38 años en el violento accidente. Por entonces se trataba de la tercera muerte en EEUU a bordo de un Tesla con el Autopilot activado, pero ha habido más. Comenzaría en 2019 una batalla legal entre Tesla y la familia que acaba de terminar sin llegar a juicio gracias a un acuerdo.
Los detalles del acuerdo, que aún tiene que ser aprobado por un juez pero que ha sido aceptado por ambas partes, no han sido revelados en los documentos judiciales presentados el lunes. Justo un día antes de que comenzara la selección del jurado para el juicio, detalla The Washington Post. Esto significa que Tesla ha llegado a un acuerdo 'in extremis' -uno de los primeros por un caso de este tipo- con la familia por una suma nada desdeñable de dinero para evitar un juicio por muerte por negligencia que sin duda haría daño a su reputación.
El día del accidente, Huang conducía por la autopista cuando chocó contra una barrera que los abogados de la compañía describieron en documentos judiciales como una línea de carril "descolorida y casi borrada" que el Autopilot no fue capaz de interpretar. Huang supuestamente estaba jugando con su móvil en el momento del accidente.
Sin embargo, una investigación realizada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte citó posteriormente como factor contribuyente el hecho de que Tesla no limitara el uso del piloto automático en tales condiciones, alegando la compañía que el Autopilot está diseñado para áreas con "marcas de carril claras". En cualquier caso, la compañía de Elon Musk se defiende alegando que el conductor debe estar atento en todo momento aunque el piloto automático -que ofrece un nivel 2 SAE- esté activado.
Según documentos judiciales, las manos de Huang no fueron detectadas en el volante segundos después del accidente, pero no pudieron determinar si realmente estaba jugando cuando el vehículo se estrelló. Esto podría indicar que la causa del siniestro fue un combo entre la imposibilidad del Autopilot de detectar el carril en obras y un despiste de Huang.
El Autopilot de la compañía se ha relacionado con más de 700 accidentes desde 2019 y al menos 19 muertes, según un análisis del Washington Post a partir de los datos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras. Pero este caso podría sentar precedente para otros juicios que Tesla tiene pendientes.