Curiosa historia nos hemos encontrado este domingo. Resulta que tras la Super Bowl, Sheyla Hershey conducía su Ford Mustang de camino a casa (en Houston), cuando, tras perder el control del mismo, sufrió un accidente y acabó chocando contra un árbol.
Hasta aquí la historia no es excepcional. No obstante lo curioso viene al saber que pese a que Sheyla Hershey no llevaba puesto el cinturón de seguridad, no sufrió ningún tipo de herida.
Según Hershey sus mamas amortiguaron el golpe y le permitieron escapar sin un rasguño, que sin lugar a dudas hubiera sufrido al impactar contra al airbag de su coche. Lo único que le ha quedado es algo de dolor en las mamas y el convencimiento de que sus senos (por los que por lo visto ha pagado un total de 100.000 dólares) le salvaron la vida.
Personalmente no tengo argumentos científicos para rebatir la tesis que sostiene nuestra protagonista. Sí puedo afirmar, no obstante, que este posible efecto sólo podría ocurrir a baja velocidad, y que por supuesto nadie piense que, aberraciones a parte, llevar implantes mamarios puede reducir el riesgo de sufrir lesiones en caso de accidente.
La historia de Hershey no es del todo feliz ya que según parece iba conduciendo bajo los efectos del alcohol cuando se produjo el accidente, extremo que ella niega rotundamente, ya que asegura que su intoxicación se debió a la ingesta de algunos medicamentos que toma para diferentes enfermedades que sufre. De cualquier manera, Hershey ha sido acusada de cometer un delito y tendrá que responder ante la justicia por ello.
Vía | Dailymail, Jalopnik
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