Recientemente se ha publicado un informe de seguimiento al denominado Plan de mejora de la calidad del Aire de Barcelona, y en él se sacan unas interesantes conclusiones, pero que sin duda nos harán pensar si en realidad este proyecto está teniendo tan buenos resultados como comentan.
Según este informe, la aplicación del Plan, que supone que los accesos a Barcelona y alrededores estén límitados a 80 km/h, ha conseguido una más que notable reducción de los contaminantes que tanto buscaban disminuir.
450 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y 32 toneladas partículas sólidas PM10 (diámetro inferior a 10 micras) anuales que suponen un equivalente a retirar de la circulación 22100 coches al día, y que supone una reducción de emisiones de un 11%. Todo esto sin contar el “efecto crisis” por el que se supone que se usa el coche bastante menos que antes.
Esto se traduce en un ahorro diario de 31,6 toneladas de gasolina (43.900 litros aprox.) y 34,9 toneladas de gasóleo (41000 litros aprox.), lo que significa un ahorro de 24.000 toneladas de combustible al año, 16.023.500 litros de gasolina y 14.965.000 de gasoil y que resulta ser el 4,3% del combustible consumido en la primera corona metropolitana además de equivaler a más de 30 millones de Euros de ahorro.
Son unas cifras que suponen una mejora de la calidad del aire para cerca de 1,3 millones de personas, que son las que viven cerca de las vías que tienen ésta limitación a 80 km/h, además de la calidad de vida, ya que han supuesto una reducción en el nivel de ruido de esas zonas de entre 2 y 3 decibelios. Adicionalmente se atribuye a la zona 80 una reducción del 50% en las víctimas mortales, un 42% en los heridos graves y un 16% del cómputo total de accidentes.
Al final, todo queda en eso, cifras, porque supongo que a los barceloneses que van a trabajar todos los días les interesa mucho consumir un 4,3% menos (que se podría reducir sin necesidad de zona 80, simplemente aplicando conducción eficiente como la que se promueve en la página oficial del Servei Català de Trànsit) o que además de comerse el atasco matutino, cuando no lo haya, tener que ir a 80.
Vamos, que a todos nos gusta tardar unos cuantos minutos de más en llegar a casa. Lo que seguro que no les interesa para nada es que bajando el límite a 80, el SCT (Servei Català de Trànsit) ha puesto en estos dos últimos años 170.499 multas en firme, que si promediamos unos 100 Euritos porque nos hemos pasado un poquito nada más y rebajamos el 50% porque somos ciudadanos ejemplares que no patalean cuando se les multa, nos da un monto total de 8.524.950 Euros.
Si lo que quieren es bajar la contaminación, ¿por qué no subvencionan coches más limpios con esos 8 millones y medio que recaudan?. Según el Govern y el director del SCT, no se cierran a elevar el límite por las noches hasta los 100 km/h. Por lo visto de noche los coches no contaminan, las partículas Diesel no se ven y los coches no hacen ruido.
Vía | Efeverde.com
En Motorpasión | El Gobierno se plantea extender la fórmula catalana de velocidad a otras ciudades, Multas de velocidad variable en Cataluña a partir de junio