Italia acaba de estrenar su nueva normativa de tráfico, con multas más duras por conducir borracho o drogado, límites de velocidad más estrictos o sanciones más elevadas por circular usando el móvil. Un abogado de Viterbo fue de los primeros conductores castigados con la reformulada regulación.
A las pocas horas de entrar en vigor la revisada Ley, unos agentes le denunciaron por varias infracciones: conducir bajo los efectos del alcohol, negarse a realizar el test de alcoholemia y provocar un accidente. El castigo ha sido mayúsculo: cuatro años sin carnet de conducir, además de una elevada multa. Pero tras dar su versión ante un juez, el magistrado ha anulado la sanción al completo.
También se libró de una multa de más de 3.000 euros
Este letrado de la región del Lazio, cuyo nombre no ha trascendido, circulaba a los mandos de su coche la noche del 13 al 14 de diciembre del recién cerrado 2024. A partir de las 00:00 del 14 de diciembre entraba en vigor el nuevo Codice della Strada: la Polizia ya podía sancionar con las nuevas normas. Y es precisamente lo que hicieron con él.
Los agentes, patrullando por las calles de Viterbo, se toparon con un coche detenido con el motor encendido, orillado en el margen de la carretera. La situación les llamó la atención, así que pararon detrás para inspeccionar el interior del automóvil. Allí se encontraron al abogado dormido en el asiento del conductor.
Los agentes dedujeron que estaba 'durmiendo la mona' y que, por tanto, había bebido. Le despertaron y le indicaron que debía someterse a la prueba del alcohol. El abogado se negó. Así, según detalla el local Corriere de Viterbo, los agentes le denunciaron aplicando la tasa máxima permitida (entre 0,8 a 1,5 gr por litro de sangre) como ahora exige la Ley.
Mientras policías y conductor intercambiaban opiniones, otro coche se estrelló contra el coche patrulla. El segundo automovilista, según indica la mencionada publicación local, sí que iba bajo los efectos del alcohol. Los agentes hicieron la noche en pocos minutos. Aunque en el caso del abogado, la sanción se ha quedado finalmente en nada.
Ni multa, ni permiso suspendido. Con la nueva regulación, cuando un conductor se niega a someterse a la prueba del alcohol se le aplica la tasa máxima permitida (sanción administrativa) lo que supone una multa de 3.200 euros y la retirada del carnet de conducir hasta durante un año. Pero además el revisado código aplica la suspensión del permiso entre seis meses y dos años por no someterse al test. Con el agravante de haber provocado un accidente, la pena impuesta a este abogado era de cuatro años de retirada del carnet de conducir.
Pero no iba borracho. O al menos es lo que ha asegurado bajo juramento ante el juzgado de paz de Viterbo. Y el juez de la vista, Fabio Ruffo, le ha dado la razón.
"Tuve un ataque de disentería", fue su argumento, según recoge La Repubblica. "Estaba en Via Trieste y me encontré mal, probablemente era un cólico", explica el hombre, entrevistado por dicho medio. Eso es lo que le llevó a orillarse, al no encontrarse en disposición de conducir en ese momento. Además asegura que el lugar donde se detuvo no suponía un peligro para el resto de vehículos, ya que no obstruía la carretera. De hecho contra quien chocó el otro automóvil fue contra el coche patrulla.
Asimismo, argumentó, mantuvo el motor encendido para que la calefacción permaneciera encendida. Siendo una fría madrugada de diciembre, es lógico que así lo hiciera. Si bien conoce las nuevas normas, y que negarse a soplar supone que apliquen la sanción máxima por alcohol, eso no tenía sentido en su caso: "Esto es para alguien que conduce borracho, mientras que yo estaba parado por encontrarme mal".
Lo argumentado por el letrado, sumado a la defensa de su abogada Francesca Bufalini, ha sido suficiente para que el juez anulara cautelarmente la sanción impuesta. Se entiende que también habrá demostrado un limpio historial de tráfico: era su testimonio contra el de los policías, que tienen presunción de veracidad. Ambos agentes creían haber multado por partida doble a uno de los primeros infractores de la nueva Ley de Tráfico italiana, sino el primero. Al final no ha sido así.
Foto: Polizia di Stato en Twitter.