Estupendo combo de multas se ha llevado un madrileño que pasaba las vacaciones navideñas en Galicia. Convirtió su SEAT León en una suerte de autobús llevando nada menos que siete menores en su interior. Con semejante cuadro recorrió unos 27 km, incluyendo un tramo de autopista.
De los siete niños, dos hijos suyos y los cinco restantes sobrinos, los dos más pequeños viajaban en el maletero. Según alegó ante los agentes porque no tenía sillitas para ellos y no quería llamar la atención. Un plan sin fisuras. ¿La guinda? No tenía carnet y había sido reclamado por un juzgado.
Por ahorrarse el taxi, más de 1.000 euros en multas
De 47 años de edad, este conductor firmó varias infracciones de tráfico en un trayecto en coche de apenas media hora. Alojado en Moaña junto a otros familiares, fueron a ver las luces de Navidad de Vigo según publica La Voz de Galicia. No se querían perder el brutal despliegue de luces y guirnaldas en la autoproclamada "ciudad de la Navidad". Él lo hizo en su coche con sus dos hijos, mientras que el resto fue de Moaña a Vigo en el ferry.
El caso es que se les pasó la hora y perdieron el último barco. Los adultos regresaron en taxi, pero los pequeños no cabían. Al menos en un sólo taxi. Por ahorrarse unos euros decidieron que era buena idea que los siete niños se embutieran en el SEAT León, un compacto de cinco plazas. Total, era cruzar la ría de Vigo y ya. Al final les salió caro.
El camarote de los hermanos Marx más irresponsable de la historia. Los hijos de este conductor, por altura y peso, no necesitaban sistema de retención alguno: el mayor se sentó con él de copiloto y el otro en uno de los asientos traseros. Ambos iban correctamente. Pero no sus sobrinos: dos iban sentados en los asientos posteriores, pero sin sillita, y un tercero tumbado sobre las piernas de estos, para que no se le viera.
Quedaban otros dos niños por meter en el compacto: los dos más pequeños de tres y cuatro años. Pues al maletero. Para que sus sobrinos estuvieran más cómodos y no se sintieran como si les estuvieran secuestrando, quitó la bandeja. Eso fue precisamente lo que le delató.
Los pequeños, para entretenerse, se asomaron por la luna trasera. Y así fue como una conductora los vio y alertó a emergencias describiendo la surrealista escena. Indicó que el coche iba a coger la AP-9 y facilitó el número de matrícula además de describirlo.
Dos coches patrulla de la Policía Local de Vigo se lanzaron a dar caza al SEAT León blanco. Lo hicieron ya en Moaña. Y más allá de los dos niños en el maletero se toparon con que en realidad había siete menores en el coche.
Multas por más de 1.000 euros. No utilizar los sistemas de retención infantil se sanciona con 200 euros y la resta de cuatro puntos del carnet. Una infracción que cometió este conductor cinco veces. Pero además también fue sancionado con 100 euros por exceder el número de ocupantes del coche (no llegó a superarlos en más de un 50 % por lo que se quedó en infracción leve). En el test de alcohol dio negativo.
Más allá de las sanciones, este conductor se enfrenta a un posible delito de seguridad vial, ya que estaba circulando con el carnet suspendido por haber perdido todos los puntos. Cumplido el plazo para recuperarlos acudiendo a un curso de sensibilización, un juzgado de Madrid había solicitado su domicilio y paradero.
Se castiga con penas de cárcel de tres a seis meses, una generosa multa o trabajos en beneficio de la comunidad. Lo de no coger un segundo taxi para que todos pudieran ir legalmente ha sido muy muy poco rentable: al final tuvieron que pedirlo, mientras que uno de sus familiares condujo de vuelta el León inmovilizado. Y a eso se suman las estupendas multas.