Estas palabras salen de la boca del Director de la DGT, Pere Navarro. Fueron dichas en la presentación del RACE de una academia de prevención de riesgos laborales. El año pasado murieron 163 personas en un vehículo de este tipo, lo que supone el 40% de las muertes laborales. La academia se encargará de dar planes de formación a empresarios y conductores para evitar accidentes viales.
Es conocida nuestra forma de “cachondearnos” de las furgonetas blancas, esos deportivos que te pasan por la autopista a 160 Km/h (y cuando pueden tal vez a más), siendo conducidas como si fueran turismos, cosa que está claro que no son, y muchas veces en condiciones mecánicas precarias, sobrecargadas, con conductores explotados, etc.
Los camioneros usan un aparatito que se llama tacógrafo. Si no se altera, permite a los agentes saber si el profesional ha cumplido con los descansos obligatorios por Ley (o si no se los han hecho saltar) y también si ha excedido los límites de velocidad. Ver a furgonetas pasar de 120 Km/h no sorprende a nadie, y sus límites son inferiores a los de turismos y motocicletas.
Como la situación legal de estos vehículos es un poco ambigua, se ha ordenado un estudio para tomar medidas. La obligación de usar el tacógrafo evitaría o minimizaría el tener a conductores quemados, trabajando en exceso y para postre a toda velocidad para poder cumplir los plazos (o por que les dé la gana, que hay gente para todo).
Tenemos que ser comprensivos con esos profesionales, pues el comportamiento de unos no implica que todos sean así. Muchas veces, o lo hacen en esas condiciones o pierden el trabajo. Si llega una regulación para ellos, todos saldremos beneficiados, aunque nuestros periódicos, paquetería… se demoren un poco.
Regulación, formación y educación… o tal vez incluso reformar el planteamiento del carnet de conducir. Un novel con carnet B1 no tiene ningún problema en conducir un vehículo de 3.5Tm de masa máxima, siempre y cuando no exceda sus 80 Km/h legales.
Aunque cada día las furgonetas se asemejan más a los turismos, no frenan igual, ni tienen el mismo riesgo de vuelco, ni son tan seguras… En definitiva, son vehículos que deben conducirse de otra forma, aunque se beneficien de aumentos de seguridad y confort.
Vía | Circula Seguro
Fuente | El Mundo Motor