Las causas se entienden leyendo un informe interno de la Guardia Civil que dice que “los patrulleros viven el momento más crítico de su historia”. Faltan efectivos, medios e incentivos.
En 1970, con un parque móvil de 4 millones de vehículos había 7.000 agentes de tráfico. En 2006 hay 8.034 para 27 millones de vehículos. La promesa era que en 2008 habría 11.000 patrulleros, lo que ya es imposible simplemente teniendo en cuenta el número de alumnos que puede absorber cada año la Academia de la Guardia Civil.
En cuanto a salarios, las retribuciones por productividad se han ido más a la gente de oficinas que a los que se pasan el día en la calle, lo que ha llevado a la desmotivación. Por ejemplo, en 2006 se convocaron 400 plazas para motoristas y sólo se presentaron 187 aspirantes. Hay que tener en cuenta además que es una de las especialidades más peligrosas, en la que se producen 500 accidentes cada año.
Vía | Autopista