La Guardia Civil ha recibido sus nuevos coches. Se ha hecho oficial la semana pasada y ha incorporado un total de 187 coches nuevos para su uso en todas las comandancias del cuerpo. Entre esos 187 coches destacan 70 unidades del BMW X3 híbridos enchufables y 117 unidades del Renault Mégane E-Tech eléctrico.
El valor total de estos vehículos “asciende a más de 9,5 millones de euros y están financiados por los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation EU”, indican desde el Ministerio del Interior.
La Guardia Civil cuenta así por primera vez en su historia con coches de BMW. El modelo elegido ha sido el BMW X3 xDrive30e, un modelo PHEV.
Este SUV híbrido enchufable de 4,71 m equipa un motor 2.0 litros turbo gasolina de 184 CV y un motor eléctrico de 109 CV para una potencia total de 292 CV y 420 Nm de par motor. Con su batería de 12 kWh homologa una autonomía en modo eléctrico de 42 km y por tanto cuenta con la etiqueta medioambiental CERO.
Han sido financiados por los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia Next Generation EU y adjudicados por un importe de 4,1 millones de euros. Es decir, cada unidad, con todo el equipamiento policial de la Guardia Civil, habría costado 58.571 euros. Es un modelo que en concesionario oficial de la marca cuesta desde 69.150 euros.
En cuanto a los 117 Renault Mégane E-Tech se trata de la versión Techno, con motor de 220 CV y batería de 60 kWh con una autonomía homologada en ciclo WLTP de 438 km. “Han sido adjudicados por un importe cercano a los 5,5 millones de euros”, indican desde el Ministerio del Interior, lo que supondría un precio de 47.000 euros por coche.
Desde el el Ministerio no se indica qué cargador embarcado de corriente AC dispone, pues en la gama va desde los 7,4 kW (carga lenta) a 22 kW (carga semirrápida). En todo caso, incluso con el equipamiento específico de la Guardia Civil (luces, sistemas de comunicación, vinilos, etc) resultan modelos ser más caros que el precio actual de venta del Megane E-Tech, el cual ha bajado notablemente de precio pocos días después de la entrega de estas unidades a la Guardia Civil.
Los coches de policía y de las fuerzas de seguridad de un país son a menudo más que una herramienta de trabajo. Son también una herramienta de comunicación muy potente. Cuando la policía de Dubai o Abu Dabi luce sus Mercedes-AMG G 63, envía también un mensaje de opulencia y ostentación.
Cuando la Gendarmerie francesa compra Renault Megane RS, SEAT León Cupra o Alpine A110 el mensaje es el de no hay cabida para excesos de velocidad en nuestras autopistas porque os vamos a cazar rápidamente.
Comprando una serie de modelos con etiqueta ECO, desde el Ministerio del Interior se explica que “se pretende avanzar en un parque móvil moderno, eficiente y sostenible”. Sin embargo, también se corre el riesgo que el público sólo vea que la Guardia Civil ha recibido modelos premium y eléctricos caros, aunque hayan sido financiados por la UE.
Por otra parte, el uso de los eléctricos podrá arrojar datos interesantes sobre su efectividad, durabilidad de la batería e idoneidad de un eléctrico en un cuerpo de seguridad del Estado.
