Ford pensó que sería buena idea meter los sensores de ángulo muerto en los pilotos traseros de sus pick-up más populares. Se han convertido en una golosina para ladrones y una pesadilla para los propietarios

Ford pensó que sería buena idea meter los sensores de ángulo muerto en los pilotos traseros de sus pick-up más populares. Se han convertido en una golosina para ladrones y una pesadilla para los propietarios
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Más de 92.000 dólares por robar las luces traseras a poco más de una treintena de pick-ups de Ford en los últimos cuatro meses. Un negocio de lo más rentable para los ladrones de una recién desmontada red criminal en Texas (EEUU).

El montante es más que notable teniendo en cuenta que hablamos de los faros posteriores de una pick-up. Pero es que estos pilotos de las Ford F-Series no son meras ópticas.

"Son luces traseras LED de alta gama que tienen sensores"

Fox 26 informó la semana pasada que la policía de Webster había dado con los culpables de una oleada de robos que llevan sucediéndose desde septiembre en las áreas de servicio de la autopista I-45, entre Galveston y Houston (Texas). Un total de 34 conductores han sido víctimas de estos cacos en sus pick-up de Ford, siendo en su mayoría Ford F-350.

El objeto de deseo, los mencionados faros traseros. El por qué lo desvela el propio departamento de esta ciudad: "Son luces traseras LED de alta gama que tienen sensores". Es decir, que no son nada baratas. A lo que se añaden que son bastante sencillas de robar. El negocio perfecto para los ladrones.

Unos pilotos traseros que pueden superar los 6.000 euros. Entre 4.500 dólares y 6.500 dólares: eso es lo que han llegado a tener que pagar por el repuesto algunos de los afectados, según habrían señalado a Fox.

Estos pilotos los podemos encontrar en pick-ups de Ford desde la F-150 a la F-550. Es decir, toda la gama de las F-Series de la firma norteamericana. Y su particularidad es que también integran los sensores que utiliza el detector de ángulo muerto, un sistema casi obligado en estos vehículos tan largos.

Son por tanto una estupenda mina de oro para los ladrones. Si nos vamos al canal de repuestos de Ford, ya solo el sensor tiene un precio de más de 600 dólares. Pero si sumamos el piloto al completo, asciende a miles de dólares, como aseguran los afectados que han tenido que comprar nuevos tras quedarse sin ellos.

Sin faros en pocos minutos. Estos pilotos son extremadamente fáciles de robar. Basta con bajar el portón de la caja, hacer un pequeño orificio en el panel y luego meramente valerse de un destornillador para sacar el faro completo, listo para el mercado negro. Al menos es un trabajo más limpio que no destroza la carrocería, como ha ocurrido con los faros robados de modelos Porsche Taycan.

Tan fácil es esta tarea que, según publica Carscoop, hay empresas ajenas a Ford que han lanzado al mercado una suerte de antirrobo para estas luces. Latchlid es un buen ejemplo de ello: vende unas placas de metal de sencilla instalación, que impiden que se pueda abrir tan fácilmente el portón trasero y a su vez que no abra por completo. Y así evitar el acceso a los faros.

Si bien esta red criminal se ha destapado en Texas, la policía advierte que estos robos pueden replicarse en otras zonas. Las pick-up de Ford son tremendamente populares en EEUU y que sea un negocio tan lucrativo no pasará desapercibido para otros criminales.

Lo mismo ocurre por ejemplo con los catalizadores, debido a los metales preciosos con los que se conciben. De hecho aquí en España el robo de catalizadores se ha disparado en los últimos años: lo han sufrido especialmente taxistas con modelos de Toyota. La firma nipona lanzó un escudo como opcional para evitarlo, por lo que no extrañaría que Ford hiciese lo propio para evitar estos actos vandálicos.

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