La mayoría de los que nos enfrentamos al temido examen práctico para obtener el preciado carné de conducir, en su día tuvimos nervios. Os confieso que yo lo pasé fatal en la segunda tentativa, a la primera fui muy confiado. Mi segundo examen duró 40 minutos, porque al capullo de mi compañero lo suspendieron nada más salir del centro de exámenes.
A partir de 2013, el examen será otra cosa. Para empezar, se acabó el suspenso fácil, la prueba tendrá que durar al menos 25 minutos, y aunque tengamos una metedura de pata moderada, podremos remontar con un poco de suerte. Seguiremos sometidos al escrutinio del examinador, pero es mejor que lo que hay ahora.
Por otro lado, durante los primeros 10 minutos, el examinador no nos ordenará nada. Nos pedirá que nos dirijamos a un lugar conocido, en plan autónomo. Dicen que ayudará a estar más tranquilos a los nuevos aspirantes. Estos y más cambios vienen impuestos desde Europa, y ya han empezado a ponerse en práctica.
Hay pruebas piloto en Burgos, Segovia, Gran Canaria, Sevilla, Pamplona, Madrid y Barcelona. Los alumnos que hagan esta nueva modalidad serán informados previamente, así como su autoescuela. Al final del examen, sabrán qué han hecho bien y qué han hecho mal.
Así el examinado se sentirá menos como un cordero que va al matadero, y afrontará el examen con más confianza. Con el sistema antiguo, el silencio del examinador podía significar dos cosas, o algo bueno o malo. Y el resultado de la prueba solía darlo el profesor, no el examinador.
El sistema tenía que mejorarse, pero en dos sentidos. Por un lado, hay que evitar los suspensos fáciles para hacer más lucrativo el negocio, pero por otro lado, hay que cribar a quien no está a la altura. Hay gente que aprueba a la octava, y porque ha tenido suerte. Tampoco se trata de convertir el carné en un derecho inalienable a la persona.
Vía | El Mundo Motor
En Circula seguro | La conducción autónoma en el examen de conducir