Uno de los símbolos de Rolls-Royce es sin duda su Espíritu del Éxtasis; un emblema que nació en 1906 cuando reinó en el capó de un Rolls-Royce Ghost por primera vez. Fabricado en oro, plata o acero inoxidable, esta pequeña escultura ha ido evolucionando hasta iluminarse; algo que ha chocado con las reglas de la Unión Europea.
De hecho, ha sido prohibida, y el fabricante británico tendrá que reembolsar a los propietarios afectados el dinero que han invertido en este extravagante extra, que puede rondar los 4.000 euros.
Cosa de la contaminación lumínica
Según ha publicado el Daily Mail (llamando de paso 'zoquete' al bloque europeo), el motivo de esta peculiar decisión es que la escultura iluminada no cumple con las nuevas regulaciones de contaminación lumínica de la UE, recogidas bajo la norma UNECR48.
Esta versión, de policarbonato y translúcida y cuya luz se activa en el momento en el que el propietario accede al vehículo, lleva cuatro años comercializándose, y tendrá que dejar de hacerlo en el mercado europeo, pues los adornos iluminados en el capó no son legales.
Tras las quejas de los propietarios de Rolls-Royce, el Daily Mail se puso en contacto con la firma británica, que confirmó que estaba respondiendo a un cambio en las regulaciones de la UE y que está en proceso de informar a sus clientes sobre las acciones que debe tomar y la posterior compensación.
El Espíritu del Éxtasis iluminado apareció por primera vez en el prototipo del concept eléctrico y autónomo Rolls-Royce 103EX presentado en 2016.
Poco después se ofreció como una opción de pago en los modelos convencionales que lleva tiempo fuera del catálogo.
De momento, algunos ya la venden por unos 9.000 dólares ante la posibilidad de que se convierta en un objeto de coleccionista.
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