El Comisariado Europeo del Automóvil (CEA) ha denunciado que la DGT está enviando sus notificaciones a direcciones que no se corresponden con el domicilio de los conductores infractores a los que persiguen. Así, al no poder acogerse a periodos de bonificación ni recurrir a tiempo la sanción los conductores denunciados pasan por caja con total seguridad y a un precio sin descuentos.
Dicho así indigna, pero la cuestión de fondo, según reconocen en CEA, tiene que ver en muchos casos con empresas de renting que no mantienen al día los datos que figuran en el Registro de Conductores e Infractores, donde toda la información debe estar actualizada. De hecho, por ley cualquier variación en los datos del conductor debe notificarse a Tráfico en un plazo máximo de 15 días.
Por otra parte la DGT cuelga las denuncias que no han sido atendidas en el Testra, que viene a ser como cuando las publicaban en los boletines oficiales, pero mucho más cibernético. La historia está en que un conductor que haya sido sancionado sin una notificación inmediata no percibe la necesidad de consultar esa base de datos, lo que al final pone un broche de oro para las arcas de Hacienda. Entre recargos e intereses, algunas bromas en forma de sanción puede alcanzar, dicen, los 1.500 euros.
Vía | AutoBild