Un ciclista es una persona que circula por la vía pública usando una bicicleta como vehículo. Un biciclitero es... otra cosa. Un biciclitero se mueve en bicicleta, pero por lo general no circula, sino que simplemente se traslada. Confundir uno y otro término sería tan absurdo como fingir que los bicicliteros son ciclistas o pensar que todo ciclista es biciclitero.
Estos días está dando la vuelta a internet un vídeo grabado el pasado viernes en la Ronda Litoral de Barcelona. En él se observa un autobús de los transportes metropolitanos de la ciudad seguido muy de cerca por una bicicleta en la que se mueve un biciclitero.
Como destaca el conductor del coche que denuncia esta temeridad, la velocidad de circulación ronda los 60 a 70 km/h, en una vía donde la limitación más abundante es de 80 km/h. De hecho, los ciclistas tienen prohibida la entrada a esa importante vía de circunvalación de la ciudad, que en su zona meridional corre paralela al puerto y recibe a diario una gran cantidad de vehículos pesados.
A la vista de estas imágenes, los sindicatos de TMB, la empresa que presta el servicio de transporte público, no han tardado en mostrar su preocupación. Confirman que en las calles de la ciudad de vez en cuando se encuentran con algún biciclitero que se agarra al autobús para darse impulso, pero explican que una aberración como esta, de perseguir el rebufo para conseguir velocidad, no se la habían encontrado nunca.
Es más que probable que el biciclitero no pueda decir lo mismo. Su serenidad a la hora de seguir de cerca el autobús hace pensar que no es la primera vez que se lanza a hacer algo así. Aparentemente ajeno a la certeza de que lo que hoy sale bien, pocos días después puede salir muy mal. Quizá el ruido que está despertando este vídeo le ayude a recapacitar. Ni él ni los suyos ni, por supuesto, la gente que circula a su alrededor tienen por qué verse implicados en un siniestro vial grave por una majadería como esta.