La Fiscalía de Seguridad Vial ha dado este verano luz verde a los cuerpos de seguridad del Estado para que graben en vídeo en un control a aquellos conductores que presenten síntomas de haber consumido alcohol o drogas. El objetivo de esta nueva medida es que las imágenes registradas se utilicen como prueba ante un posible juicio posterior, ya sea para demostrar la culpabilidad o inocencia del infractor.
Así lo dictó el pasado mes de julio el fiscal jefe de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, dirigiendo esta nueva operativa tanto a la Guardia Civil de Tráfico, como a los agentes de policía local y automática.
Como publica El País, la nueva medida ha sido adoptada por el organismo a consecuencia de que, en la última década, se ha duplicado el porcentaje de automovilistas fallecidos que habían ingerido estupefacientes: en 2008 fue del 10,7 % y el año pasado ascendió al 19,1 %. Pese a ello, del total de 56.173 conductores que fueron condenados en 2018 por ponerse al volante bajo los efectos del alcohol o las drogas, sólo 200 lo fueron por el consumo de sustancias ilegales.
De esta manera, con la grabación de aquellos automovilistas que presenten síntomas de ir drogados, se pretende garantizar la actividad probatoria en estos casos de cara a un posible juicio. Y es que, recordemos, conducir bajo los efectos de alcohol y drogas está considerado un delito contra la seguridad del tráfico, además de conllevar la mayor sanción administrativa de las infracciones tipificadas como muy graves: 1.000 euros de multa y la resta de 6 puntos del permiso de conducir.
Tristemente, este tipo de casos siguen siendo recurrentes en las carrteras, incluso los hay que han dado pleno en el drogotest, como este conductor de Vigo cazado en un control en 2018 o este otro en Navarra a finales del año pasado.
También para falsos positivos
Así, a las pruebas que pueden practicar los agentes en los conductores que detecten con síntomas de haber consumido drogas, se suman también las grabaciones en vídeo. Entre ellas encontramos la inspección de pupilas y su reacción ante la luz, que el automovislita pueda mantenerse en pie o caminar en línea recta, así como instar al conductor a que de un golpe al escuchar una letra determinada o contar hasta 20 de dos en dos.
Sin embargo, grabar a los infractores no se convierte ahora en obligatorio: con ello la Fiscalía simplemente pretende añadir un nuevo instrumento a disposición de la policía a fin de probar ante un tribunal que, efectivamente, estaba cometiendo un delito contra la seguridad vial.
Según publica RTVE, Bartolomé Varga explicó ante los medios que la ciencia aún no ha conseguido establecer una relación directa entre un determinado nivel de drogas en el organismo y cómo éste afecta a la conducción: "Los datos que arrojan es que has consumido recientemente la droga, pero no el dato de afectación de facultades", señalo el pasado mes de julio el fiscal jefe de Seguridad Vial.
Por ello, hay que tener en cuenta que estas grabaciones no sólo sirven para demostrar la culpabilidad del automovilista ante un juez, sino también para probar la inocencia del mismo en caso de los falsos positivos.
El consumo de drogas y alcohol en la conducción sigue siendo una lacra en España. Según los últimos datos recogidos en la Memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) sobre Víctimas Mortales en Accidente de Tráfico, correspondiente a 2018, de los 535 conductores fallecidos en las carreteras a los que se les practicó un análisis toxicológico, más del 43 % (un total de 232 automovilistas), dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos.
El perfil más recurrente en este tipo de infracciones es el de un varón (94 %) de entre 25 y 54 años (66%). De igual manera, el 61 % de los más de 230 fallecidos había ingerido alcohol, el 44 % drogas y un 25 % psicofármacos. Las sustancias ilegales más detectadas en este último año han sido cannabis (59,8 %) y cocaína (51 %).