Matías Carnero, presidente del Comité de Empresa y secretario general de UGT de SEAT, acaba de ser nombrado nuevo miembro del Consejo de Supervisión del Grupo Volkswagen, con efectos desde el 1 de abril, y ya avisa: el coche eléctrico es esencial para la supervivencia de SEAT Martorell (Barcelona).
Carnero ha sido nombrado a propuesta del sindicato alemán IG Metall y compatibilizará este cargo con sus actuales responsabilidades. Es la primera vez que un representante de SEAT y también un español forma parte de este consejo, formado por un total de 20 personas y encargado de aprobar las decisiones estratégicas más relevantes de la compañía, así como el nombramiento de los miembros del Comité de Dirección del Grupo.
Desde esta posición, Carnero ha advertido en una entrevista concedida a La Vanguardia de la importancia que tiene lograr la adjudicación de los coches eléctricos pequeños del Grupo Volkswagen, así como la relevancia que tendrá la futura primera fábrica de baterías española en el porvenir de la planta catalana.
"Confío en aportar mi granito de arena para defender a SEAT y que el coche eléctrico se haga en Martorell. Lo tenemos que conseguir sí o sí. Creo que Martorell sin el coche eléctrico tiene los días contados", ha asegurado.
Y es que el coche eléctrico en Martorell, recuerda Carnero, no está aún asegurado. De hecho, SEAT recientemente confirmó que lanzará un coche eléctrico pequeño y asequible, pero dejó en el aire su fabricación en Martorell, algo que no se resolverá hasta finales de 2021.
"Existe la intención, como se puso de relieve durante la visita del Rey y de Pedro Sánchez, pero aún debe ser ratificada por el consejo de administración y el consejo de supervisión. La decisión se tomará en el mes de noviembre", ha afirmado Carnero.
Cabe recordar que el CEO del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, ya anunció su intención de transformar la planta de SEAT Martorell para adaptarla a la producción de coches eléctricos.
El objetivo es producir más de 500.000 coches eléctricos urbanos al año en Martorell, pero "necesitamos el apoyo del Gobierno español y de la Comisión Europea para este plan transversal y de ámbito nacional", espetó el ejecutivo.
En otras palabras, la materialización del proceso de electrificación depende de que el conglomerado alemán logre una porción de los fondos europeos de recuperación Next Generation que recibirá España y que ayudarían a financiar parcialmente esta reconversión y la futura fábrica de baterías.
El emplazamiento de esta última aún sigue en el aire y desde el Gobierno ya se ha hecho un llamamiento a los fabricantes de coches para formar parte esta primera fábrica de baterías española que el Gobierno impulsará con 10.000 millones de euros hasta 2023 y, presumiblemente, levantará junto a SEAT e Iberdrola.
Decimos presumiblemente porque cuando el Grupo Volkswagen presentó su plan de levantar seis gigafactorías de baterías para el coche eléctrico en Europa hasta 2030, no se ratificó que España fuese el emplazamiento asegurado. Francia y Portugal son las otras dos alternativas para la factoría del sur de Europa.
Empujón por el coche eléctrico, pero Martorell seguirá produciendo modelos de combustión
Carnero recuerda que "estamos en el buen camino de la electrificación, de la transformación de la fábrica y de la formación de personas, pero tenemos que ponernos las pilas porque si no, nos quedaremos en el vagón de cola de la electrificación. Y eso no lo podemos permitir".
Para ello considera que si finalmente SEAT Martorell produce coches eléctricos, "en la planta de componentes de El Prat deberían hacerse los motores y en Zona Franca, el ensamblaje de las baterías. Hay conseguir también que las fábricas de componentes de El Prat y la de la Zona Franca tengan asegurada su capacidad a partir del 2025", ha comentado.
Entre tanto, el coche eléctrico llegará a la firma española no bajo la firma SEAT, sino la de CUPRA con el compacto Born que aterrizará en el mercado este mismo año.
El porqué de que sea CUPRA quien lidere la electrificación responde a motivos económicos, pero Carnero deja caer que el primer cero emisiones de SEAT no se demorará muchos más años.
"Si hay que competir con otras marcas dentro del mismo grupo, hay que asegurar un beneficio operativo por coche similar. Para SEAT, mientras no mejoren los márgenes, va a ser complicado... Aunque Seat tiene la ventaja del volumen y la fidelidad de los clientes, y debería disponer también de un modelo eléctrico, que podría ser el sustituto del Ibiza", ha aventurado Carnero. Sea como fuere, en Martorell "seguirá habiendo modelos de combustión", ha asegurado.
Sobre la convivencia comercial de CUPRA junto con SEAT, Carnero ha afirmado que "cada una tiene su espacio". No obstante, la gama de modelos ofertados se transformará : "Para nosotros es fundamental mantener el Ateca como Cupra y como Seat, pero esta es otra de las discusiones en curso porque el grupo está en plena revisión de qué modelos se mantienen y cuáles no. Ha habido muchos modelos dentro del grupo que se han canibalizado entre ellos y por eso se quiere ordenar la situación y que todas las plantas puedan asegurar su capacidad", concluye Carnero.
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