SEAT, Sociedad Española de Automóviles de Turismo. Éste es el significado de las cuatro siglas que componen el nombre de la marca española, por eso se escribe SEAT y no Seat (que sería asiento en inglés). Y sí, es LA marca española, la única, aunque ahora forma parte del Grupo Volkswagen.
Y precisamente por ser una marca española es un tanto especial, sobre todo para los nacidos antes de los años 90, en aquella lejana época en la que la variedad de marcas y modelos en España era infinitamente menor a la de ahora, aquella época en la que podías reconocer los coches por su sonido, olor de su escape e incluso hasta por el olor de su interior si no había un pino colgado del retrovisor desplazando hasta el oxígeno del habitáculo.
SEAT se fundó el 9 de mayo de 1950 con la firma ante notario de cinco bancos españoles y la marca italiana Fiat, se construyó una fábrica en la Zona Franca de Barcelona, de donde salió el primer modelo de la marca en 1953, el SEAT 1400 (con posteriores versiones) bajo licencia Fiat y similar al modelo italiano con el mismo nombre. El segundo modelo fue el popular 600, el coche que movilizó España, el querido pelotilla con el que tanto se disfrutó y también se sufrió por las carreteras españolas.
SEAT 800, 850, 850 Sport y Sport Cuopé, 1500 (el llamado Mercedes español), 124, 124 Sport, 1430, 132, 131, 133 (el coche de las autoescuelas y último modelo con motor y propulsión trasera), 127, 1200 Sport (o Bocanegra), 128… Y también denominaciones con nombres, como Panda, Ritmo, Ronda (el coche de los pleitos con Fiat), Fura, Terra, Marbella, Ibiza (con motor System Porsche), Málaga… La lista es larga y también sería muy largo hablar de cada uno de los modelos que marcaron la época en la que SEAT iba de la mano de Fiat.
Fue en 1986 cuando el Grupo Volkswagen adquirió una participación mayoritaria de la marca española para dar un nuevo impulso a la marca, que por aquel entonces contaba con una escueta gama de modelos. Fue el principio de un segundo resurgir para SEAT y el final de una época. Veamos al evolución que ha sufrido el logo de SEAT desde 1950 hasta hoy.
En los primeros logotipos la influencia de Fiat era más que notable, de hecho una de las premisas era que los puntos de anclaje de los anagramas del logo de SEAT fuesen los mismos que los del logo de Fiat, ya que iban anclados en la misma pieza del coche y así se ahorraban modificaciones. Paradójicamente, muchos años después de que las dos marcas se separasen, Fiat adoptó un logo (el actual) que se parece mucho a uno de los primeros de SEAT.
El primer logo de SEAT fue el más majestuoso, un escudo con fondo rojo en el que se encontraba el nombre de la marca en relieve cromado y la leyenda Licencia Fiat, todo ello bordeado de una especie de alas cromadas y, en algunos modelos, se extendían unas tiras cromadas en horizontal o en forma de V (al más puro estilo americano, como las colas del SEAT 1500).
En los años 60 el logo se simplificó hacia un formato rectangular con fondo rojo y también circular (en el SEAT 600, por ejemplo). Incluso llegaron a crecerle laureles alrededor dándole una imagen muy similar al de Fiat del año 1925. Diez años después perdió todo el encanto para hacerse totalmente Fiat, con las cuatro letras enmarcadas en cuatro cuadrados independientes. Por aquella época todavía coleaba en algunos modelos la leyenda Licencia Fiat.
En los años 80 SEAT se separa de Fiat y se hace independiente (con guerra legal de por medio por culpa del SEAT Ronda). El logo se moderniza y aparece por primera vez la S con varias rayas en su parte diagonal, primero cinco y luego cuatro, que simulan (o eso se dice) los alojamientos de los segmentos en la cabeza del pistón. Predomina el color azul aunque en los coches los logos son plateados.
Menos rayas todavía para la S en el año 2000 y fondo rojo en vez de azul, la S engorda y también se redondea por primera vez, porque en 2012 se simplifica todavía más y adquiere aspecto tridimensional… y hasta hoy. No sabemos qué le deparará el futuro a SEAT y a su logo, pero esperamos que cosas buenas.
Foto logos | Foroparalelo